El presidente chino Xi Jinping ha advertido a Taiwán que no renunciará a la fuerza para conseguir la unificación de ambos territorios, asegurando que los esfuerzos para mantener la independencia podrían verse contrarrestados con fuerza armada. Esta advertencia se ha generado a raíz de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, haya instado a Jinping a "abandonar las diferencias pacíficamente".
Ing-wen ha trasladado al líder chino que la población quiere mantenerse en la autodeterminación. Ahora Jinping ha cortado cualquier comunicación oficial con el territorio tras la negativa de Ing-wen a afirmar que Taiwan y China pertenezcan al mismo territorio -cuya independencia se remonta a 1949- y que ahora apoya el 64% de la población, según la Fundación de Opinión Pública de Taiwán.
Tsai Ing-wen ganó las elecciones en 2016, y desde entonces China ha aumentado la presión sobre su gobierno: ha aumentado las patrullas en aviones militares, enviado bombarderos a la isla y un portaaviones a través del Estrecho de Taiwán. Ahora, Ing-wen se enfrenta a una crisis política.
Lucha entre el Gobierno y el KMT
El partido en la oposición, Kuomintang (KMT), podría aliarse con el Partido Comunista Chino para presionar a la presidenta, ya que ambas formaciones sí creen que China y Taiwan sean parte del mismo territorio. El Kuomintang tiene alcaldes en algunas ciudades taiwanesas, lo que preocupa a Ing-wen porque China podría utilizarlos en su contra.
El pasado diciembre el alcalde de Taipei, Ko Wen-je (del KMT), recibió a funcionarios de Shanghai en un foro anual celebrado por las dos ciudades. Ing-wen advirtió entonces al Kuomintang de que no utilizara estas reuniones para "socavar la política de su gobierno".
Ya que China es el mayor socio comercial de Taiwan, Ing-wen ha dicho que "las interacciones a través del Estrecho deben ser saludables y normales". China recibe más del 30% de sus exportaciones.
Las relaciones de la isla con Estados Unidos también son regulares y positivas. El pasado marzo, Donald Trump firmó la Ley de Viajes a Taiwán para impulsar los intercambios oficiales entre los Estados Unidos y Taiwán, a quien vende armas con asiduidad.
Además, en esta Ley se contempla el ímpetu estadounidense de "apoyar una resolución pacífica aceptable para ambos lados del Estrecho de Taiwán". El ministro de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, dijo en su momento que esta Ley "dañará gravemente los lazos entre China y Estados Unidos".
El partido de Ing-wen pide "más determinación" ante China
Veteranos activistas del gobernante e independentista Partido Demócrata Progresista (PDP) de Taiwán pidieron a la presidenta del país, Tsai Ing-wen, que no se presente a las elecciones previstas para 2020 y que refuerce los poderes del Parlamento y del Ejecutivo para combatir las amenazas externas.
Según analistas, la misiva muestra que, en caso de que Tsai optase a la reelección en 2020, el sector más independentista del PDP propondría un candidato alternativo que muestre más determinación ante China.
La carta abierta a la presidenta, publicada en hoy en el diario Ziyou Ribao, fue firmada por el asesor presidencial independentista Wu Li-pei y el pastor presbiteriano Chun-Ming Kao, quienes se unieron al nobel de Química Lee Yuan-tseh y al excandidato presidencial secesionista Peng Ming-min.