Se llamaba Irina Akhmatova, tenía 29 años y una hija de ocho. Regentaba dos restaurantes de la cadena Burger King en Moscú y regresaba el pasado 23 de diciembre, por Navidad, a su ciudad natal, Tula, a algo menos de 200 kilómetros de la capital rusa. Para sacar partido al viaje, se ofreció a compartirlo con más personas a través de BlaBlaCar. No llegó a casa.
Su familia denunció su desaparición al no poder contactar con ella. Tras una semana de búsqueda infructuosa, la policía halló el cadáver en un bosque próximo a la carretera por la que se dirigía en su Audi A4 a Tula. Antes de emprenderlo, se había asegurado llenar todas las plazas del vehículo, desconociendo que todos los nombres de esas personas eran falsos y que provenían de un mismo individuo: Vitaly Chikirev, exsoldado ruso de 39 años que ya había pasado por prisión acusado de violación y asalto a mano armada, además de haber estado internado en un psiquiátrico.
Fechas antes, 'Chekist' -así es apodado- publicaba un mensaje en internet en el que aseguraba buscar esposa, tras haberse casado antes con tres mujeres y haber tenido cuatro hijos. "Que mida al menos 1,70 metros, tenga al menos una copa B de pecho y que se cuide", pedía. En su descripción, el asesino escribió: "No fumo ni bebo alcohol, sé como inspirar a una mujer para ganar dinero, prometo amor, sexo, cariño, confort e inspiración". Eso sí, no quería mensajes de "pobres, que vivan con su madre o no tengan su propio apartamento, las que sean gordas o viejas, las que no puedan encontrar un hombre o sean feministas o lesbianas".
'Chekist' creó distintos perfiles en Blablacar en busca de víctimas a las que poder robar, según las autoridades. Pero fue más allá: la violó y la asesinó. El criminal lo ha reconocido en uno de los interrogatorios, así como haber acabado con la vida de otra joven.