Cientos de manifestantes se han reunido en varias ciudades de Colombia, entre ellas la capital, Bogotá, por el caso Odebrecht, la mayor trama de corrupción en Latinoamérica. Tienen un objetivo claro: exigir la dimisión del fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
"¡Fuera, fuera, fuera!", fue el grito unánime frente al edificio de la Fiscalía General, en Bogotá, donde miles de ciudadanos se reunieron en la noche de este sábado con linternas, pancartas y máscaras con la cara del fiscal, para pedir su dimisión.
Los organizadores de la manifestación, denominada "La noche de las linternas", buscan que el fiscal renuncie a su cargo y deje vía libre para la investigación del caso de la constructora brasileña Odebrecht en el país. Martínez, antes de convertirse en fiscal general, era abogado de un grupo bancario que se asoció con Odebrecht para la construcción de una carretera, cuya financiación está siendo ahora investigada.
Las protestas se han producido dos días después de que el propio fiscal general confirmara que la muerte de Rafael Merchán, un testigo clave del caso Odebrecht y exsecretario de Transparencia, fue un suicidio con cianuro. La muerte de Merchán se suma a la de otro de los testigos clave del escándalo de corrupción, Jorge Enrique Pizano, y la de su hijo, que falleció tras ingerir cianuro de una botella que estaba en el escritorio de su padre.
Catherine Juvinao, una de las promotoras de la marcha, asegura que desde el "lamentable episodio de la muerte de Jorge Enrique Pizano" la "indignación" ha ido en aumento en la sociedad colombiana. "A medida que nos dábamos cuenta de que el fiscal general tenía conocimiento desde muy tempano de las anomalías que estaban ocurriendo, nos organizamos para promover una movilización”, ha explicado en declaraciones de Radio Caracol.
El politólogo de la Universidad de Antioquia Alexander Rúa también explica que "se sabe que el fiscal puede tener conexión con estos casos de corrupción al haber sido representante del grupo Aval cuando se hicieron los contratos". Por ello, prosigue, "la gente se empezó a preguntar y ya comenzó a exigir que una autoridad nacional como el fiscal, inmiscuido en estos procesos, debe hacerse a un lado para poder llegar a la verdad de ellos”.
Las protestas también se desarrollaron en otras ciudades del país, como Cali, Tunja y Medellín, donde se concentraron cientos de manifestantes frente a sedes del poder judicial.
Testigos envenenados con cianuro
Este mismo jueves, el fiscal colombiano -apodado entre algunos de sus detractores como el 'doctor Cianuro'- confirmó que el exsecretario de Transparencia de la Presidencia Rafael Merchán, testigo en el caso Odebrecht, se suicidó al ingerir cianuro que compró en una tienda de químicos en Bogotá.
Merchán, de 43 años, había sido citado como testigo en el proceso penal contra el expresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) Luis Fernando Andrade por el caso Odebrecht.
La muerte de Merchan generó en el país suspicacias pues ocurrió después del fallecimiento de Jorge Enrique Pizano, otro testigo clave del caso Odebrecht, quien según las autoridades sufrió un infarto en su casa.
Tres días después, Alejandro Pizano, hijo de Jorge Enrique, que había regresado a Colombia desde España para asistir al funeral, murió envenenado al beber agua saborizada de una botella que encontró en el escritorio de su padre y que contenía cianuro.
El pasado 20 de diciembre, el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Valdés, renunció en medio de la controversia causada por el manejo que esa entidad dio a las pruebas sobre el fallecimiento de Jorge Enrique Pizano.
Los organizadores de la movilización pretenden "consolidar una ética pública" y conseguir la renuncia del fiscal, pero son realistas: "Sabemos que con una movilización no lo vamos a tumbar, pero sí le vamos a enviar un mensaje de que la sociedad civil va a estar presionando por su salida”, argumenta Catherine Juvinao.