Entre los fallecidos por la explosión ocurrida en la mañana de este sábado en una panadería de París hay una mujer española, según informó la Prefectura de Policía francesa y fuentes del Ministerio de Exteriores español. Además hay dos bomberos también fallecidos y más de 30 heridos.
La española fallecida, natural y residente de Burguillos (Toledo), se encontraba en la capital francesa de visita. Su marido se ha trasladado hasta París nada más conocerse los hechos, según informan fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla La Mancha.
Entre los 50 heridos, doce de ellos están en estado muy grave. Entre ellos, dos españoles, un hombre y una mujer, que presentan heridas de carácter leve y que están recibiendo tratamiento en un hospital. El consulado español está en contacto con ambos y con sus familias.
La explosión hizo temblar las ventanas y cristales y causó una columna de humo visible desde muchos puntos de la ciudad. En las imágenes difundidas por los servicios de emergencias se ve como la calle ha quedado completamente cubierta de escombros y materiales que salieron desperdigados tras la explosión, y un incendio permanece activo en el local. Decenas de bomberos se han desplazado al lugar, que ha sido acordonado, pero no consiguen hasta el momento sofocar el incendio.
Según el fiscal de la República de París, Rémy Heitz, los primeros indicios apuntan a un "origen accidental" de la explosión, producida por un escape de gas, aunque pidió ser "prudentes" hasta que se esclarezcan las causas.
"Primero hubo una fuga de gas, y llegaron los bomberos para atenderla. Después se produjo la explosión que provocó el incendio consiguiente", explicó Heitz.
La deflagración ocurrió alrededor de las 9 am, hora local, y una hora después todavía había una densa nube de humo en la calle Trévise y sus alrededores, donde hay importantes atracciones turísticas como el Museo de Cera Grévin o el teatro de variedades Follies Bergeres.
La explosión tuvo lugar en un momento en que las calles de París se hallan tomadas por las fuerzas de seguridad a causa de una nueva jornada de protestas de los llamados chalecos amarillos, que se teme pueda degenerar en disturbios.
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha transmitido a través de su cuenta oficial de Twitter su pesar por lo ocurrido y ha deseado "una pronta recuperación al otro español herido".