El jurado del cuarto juicio contra el hispano-estadounidense Pablo Ibar volvió este jueves a ver un video que registró el triple asesinato cometido en Estados Unidos en 1994, un hecho por el que la Fiscalía pide la pena de muerte.
En el primer día de deliberaciones, las ocho mujeres y cuatro hombres que integran el jurado solicitaron al juez que preside el caso, Dennis Bailey, ver nuevamente la grabación de 22 minutos hecha por una cámara de seguridad que registró el asesinato de Casimir Sucharski, dueño de un club nocturno, y de Sharon Anderson y Marie Rogers.
El perturbador video en blanco y negro resulta "borroso y granulado", de acuerdo a la defensa, que no obstante consideró positivo que los miembros del jurado hayan pedido volver a verlo.
Según dijo el abogado de la defensa Joe Nascimiento, ello refleja que, reunidos en una sala del tribunal en Fort Lauderdale, en el sur de Florida, debaten con intensidad.
Los miembros del jurado retomarán sus deliberaciones este viernes y en esta ocasión han pedido acceder de nuevo a la transcripción del testimonio del perito de ADN de la Fiscalía, Huma Nasir y de la técnica del laboratorio Bode Cellmark, que llevó las comparativas de ADN en 2010 recogidas de la camiseta usada por el autor del triple crimen.
Todas las pruebas de ADN realizadas excluían a Ibar hasta que el nuevo laboratorio de la Fiscalía incluyó una mínima traza del español que la defensa atribuye a contaminación y que, en cualquier caso, dice, no cumple con los estándares internacionales.
Está previsto que el sábado continúen las deliberaciones del jurado, a partir de las 9.00 horas (14.00 GMT), y escucharán de nuevo la transcripción del testimonio del biólogo y genetista Allan Jamieson, el perito de la defensa.
A continuación, ese día oirán otra vez el testimonio de Francisco Rincón, detenido con Ibar en 1994, quien no fue incriminado en este proceso.
El ADN, junto con un vídeo de seguridad de la vivienda de Sucharski, se presentan como elementos clave en la resolución de un caso que ha llevado a Ibar a permanecer preso desde hace 24 años, de los cuales 16 estuvo condenado a muerte, pero la Corte Suprema de Florida anuló en 2016 la condena porque las pruebas contra él eran escasas y débiles y ordenó que fuera juzgado de nuevo.
"Estoy nerviosa y con miedo, pero mantengo la esperanza porque conozco la verdad: Pablo es inocente", dijo este jueves a Efe Tanya Ibar, esposa del hispano-estadounidense, sobre el desenlace de este cuarto juicio.