Un miembro del jurado que declaró culpable de un triple crimen a Pablo Ibar se ha retractado de su decisión, según la asociación que lleva el nombre del hispano-estadounidense de 46 años.
Uno de los responsables de que Ibar vaya a ser condenado a cadena perpetua o pena de muerte comunicó este martes al juez Dennis Bailey que no mantenía su postura. Inmediatamente, los abogados de Ibar han presentado un recurso para que vuelva a tener lugar la deliberación.
El abogado Joe Nascimento confirmó la información facilitada previamente por la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, con sede en España, sobre dicho jurado.
Nascimento dijo que también pedirán entrevistar a un miembro suplente del jurado (compuesto por cuatro hombres y ocho mujeres) que aparentemente comunicó su posible exposición a información sobre el caso de Ibar fuera de tribunales.
Ambas peticiones están contenidas en una moción presentada a Bailey, al que también se solicita una extensión de las deliberaciones del jurado que declaró a Ibar culpable de un triple asesinato cometido en 1994 en Miramar (Florida) o que, en su defecto, declare el juicio nulo.
En principio, el juez Bailey ha convocado una audiencia para sentencia (pena de muerte o cadena perpetua) para el próximo 25 de febrero.
Este hecho no tiene por qué conducir a la repetición del proceso, si bien es una de las opciones que se abre, para esperanza de Ibar y su familia, hundidos tras el veredicto 'unánime' dado a conocer en Fort Lauderdale el pasado sábado en Florida, que le hace responsable de los asesinatos de Florida en 1994 que se juzgaban pese a que ninguna de las pruebas es concluyente.
Bailey tiene que decantarse ahora por atender a esta novedad o por no hacerlo y concretar el castigo para Ibar. La Fiscalía solicita inyección letal.
Deborah Bowie, hermana de Sharon Anderson, una de las víctimas del crimen, resta importancia a esta novedad y señala que “los miembros del jurado fueron encuestados” como parte del proceso. “No cambia nada del veredicto”, añade.
Según explica a EL ESPAÑOL, “aparentemente no es raro que algo así pase tanto en veredictos de culpabilidad como en los de no culpabilidad”. “No estoy preocupada”, zanja.
Bowie está convencida de la culpabilidad de Pablo Ibar y considera que tras la resolución de la semana pasada el caso está terminado, informa José Gallego.
Más de media vida entre rejas
Ibar, sobrino del boxeador 'Urtain', está en prisión desde hace 25 años, la mayor parte de su vida. Fue condenado a muerte acusado de un triple asesinato en 1994 en Florida -el del dueño de un club nocturno y dos modelos-, crimen del que él siempre se ha declarado inocente. Aunque el primer juicio fue declarado nulo porque los miembros del jurado no se pusieron de acuerdo, en el año 2000 fue declarado culpable y condenado a muerte.
Estuvo en el corredor de la muerte hasta que en 2016 el Tribunal Supremo de Florida anuló la condena y ordenó repetir el juicio por considerar que había tenido una defensa ineficaz y había sido condenado a partir de pruebas débiles y escasas.
En el nuevo juicio, la Fiscalía ha insistido en pedir la pena de muerte para Ibar. Según la Asociación que le representa, en el alegato final del fiscal Chuck Morton -fiscal auxiliar ahora y fiscal en el juicio en que Ibar fue condenado a muerte en 2000-, no presentó pruebas nuevas, sino que se limitó a subrayar la brutalidad del crimen que se aprecia en el vídeo de prueba, el mismo vídeo que la defensa cuestiona.
Ni el ADN ni las huellas le implican
Por su parte, los abogados defensores, Benjamin Waxman y Joe Nascimiento, habían puesto de manifiesto durante el juicio que hubo testigos de la fiscalía que faltaron a la verdad y que sus peritos han puesto en duda los métodos de identificación que se usaron en el primer juicio, incluyendo el argumento de que la mala calidad del vídeo impide incriminar a nadie y que el rostro que podía extraerse de él tenía diferencias con el de Ibar.
También señalaron que ninguna de las huellas dactilares recogidas en el lugar del crimen se corresponde con las de Ibar, ni tampoco los cabellos ni el ADN más abundante en la camiseta hallada en el lugar y que durante el juicio ha habido indicios de contaminación de las pruebas.