El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insinuó este domingo que algunos de los 22 imputados por la Justicia saudí en el caso del homicidio del periodista Jamal Khashoggi en octubre pasado en Estambul pudieron haber sido a su vez asesinados.
"Hay algunos de los 22 imputados que no están vivos, déjeme decirle esto también. Escuchamos algo; pueden haber quitado de en medio [matado] a algunos de ellos", dijo Erdogan en respuesta a una pregunta durante una entrevista a la televisión estatal turca TRT.
"Puede haber algo así como víctimas de accidentes de tráfico", añadió el mandatario, quien por otra parte reiteró su crítica a Washington por considerar insuficiente su reacción al crimen contra el reportero saudí disidente que vivía exiliado en Estados Unidos, donde colaboraba con el diario The Washington Post.
Fue asesinado el 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul, al que había acudido para obtener documentos que necesitaba para poder casarse.
Las autoridades turcas responsabilizan a un equipo de 15 agentes saudíes que viajó a Estambul, estranguló al periodista y descuartizó su cuerpo antes de volar de regreso a Riad.
Tras rechazar en un principio las acusaciones, Arabia Saudí admitió que Khashoggi fue matado en su legación diplomática, pero hasta hoy niega la implicación de las autoridades del reino, según las cuales los agentes se excedieron en sus competencias.
La Fiscalía saudí ha detenido a 22 personas relacionadas con el caso y varias de ellas podrían ser condenadas a la pena de muerte.
Silencio de EEUU
"No puedo entender el silencio de Estados Unidos... Queremos que todo se aclare, porque hay una atrocidad, hay un asesinato. El asesinato de Kashoggi no es un caso ordinario", declaró Erdogan.
El pasado viernes, Yasin Aktay, un alto cargo del gobernante partido turco AKP de Erdogan, dijo que "para todo el mundo, Mohammed bin Salmán (el príncipe heredero saudí) es el sospechoso número uno" de este crimen.
Aktoy hizo ese comentario al asegurar que también lo ve así Agnes Callamard, la relatora sobre ejecuciones extrajudiciales de la ONU que viajó la semana pasada a Ankara y a Estambul para investigar detalles del caso sobre el terreno.