"Hoy el mundo no está del lado de Juan Guaidó o de la Asamblea Nacional, está de su lado, venezolanos". El presidente encargado de Venezuela, reconocido este lunes por una veintena más de países -entre ellos, España-, ha comenzado así este lunes una rueda de prensa en Caracas ante medios internacionales.
Respecto a sus planes, Guaidó ha vuelto a dejar claro que se resumen en tres pasos: "Cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres". Asimismo, ha descartado que la situación en Venezuela termine con una guerra civil. El presidente encargado cree que Maduro quiere "distraer la atención" cuando emplea la "farsa" de la "guerra civil" o Vietnam", ya que, a su juicio, "el 90 por ciento de los venezolanos quiere calma".
"¿Quién se va a inmolar por quien no tiene respaldo", se ha preguntado.
Guaidó también ha alabado la tarea de los "3,3 millones de embajadores de Venezuela -en referencia a los que han abandonado el país- que han llevado nuestra voz al mundo". A ellos, lejos de su casa, los responsabiliza de lo "rápido y efectivo de este proceso" frente al discurso del que llama "usurpador de Miraflores (Nicolás Maduro), quien niega la ayuda humanitaria, que mueren niños de hambre o la crisis de los pacientes renales".
El dirigente ha cifrado esta realidad: "Entre 250 y 300.000 venezolanos están en riesgo de morir por falta de comida, bolsa de diálisis, antibióticos o tratamiento para el cáncer". Y ha subrayado que el éxito del "corredor humanitario" dependerá en buena medida de las "fuerzas armadas", a las que ha vuelto invitar a sumarse a su causa: "Soldados, seguimos esperando por ustedes, el momento es ahora".
"Apelo a la conciencia de los militares -ha continuado-. Esto es para salvar vidas. La ayuda debe ser distribuida eficientemente y donde más es necesitada".