Funcionarios estadounidenses y saudíes han dicho en Washington que quieren que el heredero saudí Mohammed bin Salmán acepte parte de la culpabilidad por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en la embajada saudí en Estabmbul el pasado octubre.
EEUU está ejerciendo presiones sobre Arabia Saudí en las sombras, según han revelado varios funcionarios saudíes y estadounidenses al diario The Wall Street Journal. A pesar de ello, el país ha resistido la presión de tomar medidas contra Saud al-Qahtani, ex asesor del príncipe heredero.
Al-Qahtani fue despedido después de ser acusado de jugar un papel fundamental en el asesinato de Khashoggi, a pesar de lo cual continúa trabajando para bin Salmán como asesor informal.
El papel de al-Qahtani en el asesinato de Khashoggi pasó por dar órdenes por Skype al equipo saudí en la embajada, lo que levanta las sospechas de que fuese el príncipe heredero quien diese las órdenes de asesinar al periodista.
A pesar de ello, los funcionarios saudíes aseguran que el príncipe no tenía conocimiento de lo ocurrido. El fiscal del Estado ha pedido la pena de muerte para 5 de los 11 sospechosos detenidos por el asesinato.
Al-Qahtani fue despedido con la justificación de "una decisión política, basada en el incumplimiento del deber y participación en la secuencia de eventos" que llevaron al asesinato. Semanas después, el Tesoro estadounidense le sancionó por su papel en el asesinato.
A pesar de ello, varias fuentes han asegurado a la agencia Reuters que al-Qahtani se mantiene activo en el círculo del príncipe y la Corona saudí. Las fuentes han dicho que ambos siguen en contacto, además de hablar recurrentemente con varios periodistas saudíes que se dedican a escribir sobre las políticas de la Corona.
"No vemos que Saud al-Qahtani esté muy limitado en sus actividades", ha dicho un funcionario del Departamento de Estado estadounidense. Fuentes saudíes aseguran los lazos entre al-Qahtani y el príncipe heredero, quien todavía lo mantendría en su círculo más próximo.
La aparente impunidad de al-Qahtani, quien es visto como la mano derecha del príncipe heredero, pone en peligro las promesas del gobierno saudí de responsabilizar a los culpables del asesinato de Khashoggi. El Senado estadounidense respaldó el pasado enero una resolución que culpaba al príncipe Saudí por el asesinato, e insistía a Riad a investigar lo sucedido.
Un funcionario saudí ha negado que al-Qahtani siga jugando un papel dentro de la Corona, diciendo que no ha trabajado para ella desde su despido, además de que continúan las investigaciones y le está prohibido viajar.
Saud al-Qahtani, la mano derecha del príncipe
En el corazón del círculo más cercano del príncipe saudí, al-Qahtani controlaba el acceso al príncipe y, a veces, hablaba en su nombre, según dicen fuentes del gobierno saudí. Desde su su puesto despido, nadie ha sido anunciado como su remplazo.
"Todavía anda por allí, libre. El príncipe todavía se agarra a él y no parece que esté dispuesto a sacrificarle", dice una de las fuentes. Al-Qahtani seguiría pululando alrededor del príncipe y de su círculo más próximo.
El propio príncipe habría dicho a varias personas que al-Qahtani sigue siendo su asesor, no obstante se le habrían retirado algunas de sus responsabilidades, según dice una fuente familiar, cercana al príncipe.
Una de las responsabilidades que sigue ejerciendo es la de dictar la línea oficial en la que los periodistas saudíes deben tratar las informaciones sobre la Corona, a pesar de haber abandonado un grupo de WhatsApp que fue creado precisamente con ese objetivo. Ahora, se dirigiría a los periodistas individualmente, dictándoles qué decir y qué no.