El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, designó este sábado a la princesa Reema bin Bandar al Saud como embajadora en Estados Unidos, la primera vez que Arabia Saudí nombra a una mujer al frente de una misión diplomática, informó la agencia estatal SPA.
En un escueto comunicado, la agencia señaló que la princesa ocupará el puesto de embajadora en Washington, sustituyendo al príncipe Jaled bin Salman, hijo del rey Salman bin Abdelaziz, que pasa a ser viceministro de Defensa.
Reema, nacida en Riad en 1975, es la hija de Bandar bin Sultan al Saud, quien fue embajador ante Estados Unidos desde 1983 hasta 2005.
Vivió muchos años en Estados Unidos, donde se licenció en Arqueología en la Universidad de George Washington, y tras su graduación regresó a la capital saudí, donde ha encabezado numerosas iniciativas para la visibilidad de la mujer en los sectores públicos y privados del reino.
En agosto de 2016 fue designada como responsable adjunta en planificación y desarrollo de la Autoridad Deportiva de Arabia Saudí y, entre uno de sus logros durante este mandato, destaca la inclusión de la Educación Física en el currículo escolar de las niñas en las escuelas.
Por su parte, Jaled bin Salman, antiguo embajador en Washington, es el hermano pequeño de Mohamed bin Salman, que además de ser príncipe heredero es ministro de Defensa y viceprimer ministro.
Bin Salman es quien firma esta decisión ya que se encarga de los asuntos del reino cuando el monarca está fuera del país.
El rey Salman se encuentra ahora en la localidad egipcia de Sharm el Sheij para representar a Arabia Saudí en la cumbre que comienza este domingo entre los países de la Unión Europea y la Liga Árabe.
Arabia Saudí inició en 2017 una serie de reformas sociales impulsadas por Mohamed bin Salman, que ascendió al trono ese año y que han implicado tanto la concesión de derechos a las mujeres como la promoción del ocio.
Las mujeres, que estaban totalmente sometidas, ahora pueden acceder a algunos empleos que estaban vetados a ellas y desde el año pasado tienen derecho a conducir.
A pesar de la relajación de algunas normas que rigen en el reino ultraconservador, todavía se mantiene el régimen de tutelaje que somete a esposas e hijas a los varones de sus familias.