Michael Cohen, exabogado personal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó este miércoles ante el Congreso un cheque con el que el mandatario le reembolsó parte del pago de 130.000 dólares que hizo a la actriz porno Stormy Daniels para supuestamente mantener en secreto una relación que tuvieron.
"Estoy proporcionando una copia de un cheque de 35.000 dólares que Trump firmó personalmente desde su banco personal cuando ya era presidente de Estados Unidos para el encubrimiento", señaló Cohen ante el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara Baja.
Ese cheque, fechado el 1 de agosto de 2017, forma parte de una serie de once pagos que Trump hizo a Cohen durante un año para reembolsar el pago que hizo el letrado al abogado de la actriz porno Stormy Daniels, de acuerdo al testimonio de Cohen.
El abogado explicó que otros cheques para reembolsarle los pagos en efectivo fueron firmados por el hijo de Trump, Donald Trump Jr., y el director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg.
"El presidente de Estados Unidos, por lo tanto, firmó un cheque personal para el pago de dinero secreto como parte de un plan criminal para violar la campaña de leyes financieras", subrayó Cohen.
"Me pidió que le pagara a una actriz de cine para adultos con la que había tenido un idilio y mentir a su esposa sobre ello, y lo hice. Mentir a la primera dama es uno de mis mayores lamentos. Ella es amable, buena persona. La respeto mucho y no se lo merecía", agregó.
Cohen pagó a Daniels 130.000 dólares antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 para que no hablase en público de la relación sexual de hace una década que había mantenido con el ahora presidente. La publicación de ese pago fue un gran escándalo, ya que la supuesta relación ocurrió poco después de que Trump y la actual primera dama, Melania Trump, contrajesen matrimonio.
El presidente reconoció en mayo pasado que había reembolsado a Cohen los 130.000 dólares que entregó a Daniels en octubre de 2016, en la recta final de las elecciones, para enterrar cualquier historia sobre este tema, ya que la imagen del aspirante republicano estaba muy dañada por comentarios sexistas y acusaciones de acoso.
Este pago podría haber violado las leyes sobre financiación electoral, al considerarse que tenía como objetivo preservar una buena imagen de Trump como candidato.
Conocía la filtración que afectó a Clinton
Cohen también aseguró que el mandatario conocía que uno de sus colaboradores estaba en contacto con WikiLeaks para la publicación de miles de correos del Partido Demócrata, que afectaron a la campaña de su rival, Hillary Clinton.
"(Trump) era un candidato presidencial que sabía que (su colaborador) Roger Stone estaba hablando con (el fundador de WikiLeaks) Julian Assange acerca de una filtración por WikiLeaks de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata", dijo Cohen ante el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara Baja.
"Días antes de la convención demócrata, estaba en la oficina de Trump cuando su secretaria anunció que Roger Stone estaba al teléfono. Trump puso a Stone en altavoz. Stone le dijo a Trump que acababa de hablar con Julian Assange", asegura Cohen.
En esa conversación, Assange le dijo a Stone que en un par de días filtraría correos que "perjudicarían la campaña de Hillary Clinton", a lo que Trump habría respondido: "¿No sería genial?".
El testimonio que ofreció Cohen ante el Congreso fue filtrado el martes por la noche, por lo que Trump tuvo la oportunidad de responder a las acusaciones desde Hanói, donde participa en su segunda cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
"Michael Cohen fue uno de muchos abogados que me representaron (por desgracia) y también tenía otros clientes", escribió Trump en su cuenta de Twitter desde la capital vietnamita. "Está mintiendo para reducir su tiempo en prisión", aseguró el mandatario, quien recordó que Cohen acaba de ser "inhabilitado" como abogado en Nueva York y aseguró que "ha hecho cosas malas no relacionadas con Trump".
Meses antes de las elecciones de 2016, WikiLeaks filtró miles de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata que destaparon cómo la cúpula partidista favoreció a Hillary Clinton en las primarias y buscó desacreditar a su rival Bernie Sanders.
En esos 20.000 correos filtrados, la entonces presidenta del DNC, Debbie Wasserman, y otros altos funcionarios planearon de forma premeditada perjudicar la campaña de Sanders e inclinar la balanza a favor de Clinton, con quien Wasserman tiene una amistad personal.