La fiscalía de Irlanda del Norte ha anunciado este jueves que ha presentado cargos contra un exsoldado del Ejército británico por su presunta implicación en la muerte de dos civiles en el llamado Domingo Sangriento, en el que murieron un total de 14 personas, ocurrido en Derry en 1972 y considerado uno de los episodios más polémicos del conflicto.
La acusación pública norirlandesa informó de que el acusado, identificado como "soldado F", afrontará cargos por la muerte de dos personas y el intento de asesinato de otras cuatro.
Catorce personas inocentes murieron por los disparos de efectivos del Ejército británico el 30 de enero de 1972 en Derry (noroeste de la provincia), durante una manifestación por los derechos civiles en la que la actuación de los uniformados ha sido calificada de "injustificada e injustificable", según determinó en 2012 una investigación oficial.
En una comparecencia ante los medios, el director de la fiscalía, Stephen Herron, explicó este jueves que el "soldado F" será juzgado por el asesinato de James Wray y William McKinney y el intento de asesinato de Joseph Friel, Michael Quinn, Joe Mahon y Patrick O'Donnell.
La Policía norirlandesa (PSNI) había investigado también la implicación de otros 16 exsoldados en el Domingo Sangriento y de dos miembros del IRA Oficial, la organización terrorista de la que salió el actual Ejército Republicano Irlandés (IRA), ya inactivo tras su respaldo al proceso de paz.
Según Herron, esas pesquisas no han aportado "pruebas suficientes" para procesar con "perspectivas de éxito" a esos 16 exmilitares y a los dirigentes paramilitares. Antes de conocerse su decisión, el Ministerio de Defensa del Reino Unido ya había comunicado su intención de asumir los gastos legales de los abogados del "soldado F".
Desde primera hora de hoy, las familias y amigos de las víctimas del Domingo Sangriento se han congregado ante el ayuntamiento de la ciudad para recibir la esperada noticia, que han calificado de "logro extraordinario".
No obstante, los representantes legales de las familias también indicaron que se sienten al mismo tiempo "decepcionadas" porque "no todos los responsables" responderán ante la Justicia.
Asimismo, celebraron que, a pesar de "las interferencias políticas" y la "presión ejercida" para afectar a la independencia judicial, los esfuerzos de las familias en los últimos años han conseguido limpiar el nombre de las víctimas y llevar a un exsoldado ante los tribunales.
Inglaterra defenderá al acusado
El ministro de defensa británico Gavin Williamson ha dicho que el Gobierno dará cobertura legal al exsoldado. "El bienestar de nuestro personal de servicio es de suma importancia y ofreceremos apoyo legal completo a la persona afectada por la decisión de hoy".
Además, ha añadido que el Gobierno "reformará urgentemente el sistema para enfrentarse a problemas legales. Nuestro personal no puede vivir constantemente con miedo de ser acusados", ha concluido.
El 15 de junio de 2010, se publicó el informe final sobre los acontecimientos de 1972 en Derry. Este informe, que le costó 12 años y cientos de millones de libras a Reino Unido, concluyó lo siguiente: "No encontramos ningún caso en el que nos pareciera que los soldados estuvieran o pudieran haber estado justificados para disparar".
El primer ministro conservador, David Cameron, se disculpó entonces en nombre del Gobierno y describió las acciones de los soldados como "injustificadas e injustificables".
Dos años después, el Servicio de Policía de Irlanda del Norte, lanzó una investigación sobre las muertes del Domingo Sangriento, que afectó a 30 policías británicos.
Este exsoldado es el segundo en recibir una acusación entorno a la actuación "desproporcionada" del ejército británico en la manifestación de 1972. En 2015, el primer inculpado fue un miembro del Regimiento de Paracaidistas.