La relación entre el rey Salmán bin Abdulaziz y su hijo, príncipe heredero de la corona, Mohamed bin Salmán, se deteriora por momentos. La posible grieta en la relación se ha hecho tangible con la última decisión del rey: quitarle autoridad su hijo, según informa The Guardian en exclusiva.
El rey Salmán bin Abdulaziz y el príncipe parecen tener desacuerdos sobre varios asuntos políticos en las últimas semanas, incluyendo la guerra en Yemen y la respuesta del país a las protestas en Sudán y Argelia, y después del asesinato al periodista Jamal Khashoggi, del cual la CIA culpa directamente al príncipe, la relación entre ambos se habría vito ampliamente afectada.
El heredero de la corona no habría asistido a una serie de compromisos durante las últimas dos semanas, con varios ministros e importantes mandatarios, y es que su padre le habría retirado autoridad y responsabilidades dentro de la institucionalidad de la corona saudí, según cuenta The Guardian.
Las responsabilidades financieras y económicas habrían sido traspasadas a un grupo de ministros a principios de la semana pasada por parte del rey Salmán. El príncipe no habría querido asistir a la reunión con dichos gestores.
El rey parece estar "disgustado" por la ausencia de su hijo en la reunión del gabinete el pasado martes, en la que se ha discutido sobre los retos cruciales a los que se enfrenta el país y la corona.
A pesar de que esta decisión no se ha declarado públicamente, The Guardian ha podido saber que uno de los más cercanos consejeros del rey, Musaed al-Aiban, supervisará informalmente las decisiones de inversión en nombre del rey.
Mientras expertos y observadores esperan que el príncipe Mohamed llegue al trono, parece haber indicios de que el rey pueda continuar sin delegar en su hijo mientras todas las miradas estén encima de la corona saudí.
"Hay señales de que algo va mal"
"Hay señales, sutiles pero importantes, de que algo va mal en el palacio real", dice Bruce Riedel a The Guardian, un veterano de la CIA, donde trabajó 30 años. "Un príncipe heredero sano se espera que reciba de vuelta al rey de un viaje al extranjero, es un gesto de respeto y de continuidad del gobierno", añade Riedel.
Neil Quillam, miembro asociado del programa Oriente Medio y África del Norte en Chatham House, dice que, incluso si el príncipe heredero realizó esos cambios con una intención concreta, la decisión fue acorde con la política pactada para hacer cambios en la embajada de Arabia Saudí en Washington.
"Hemos visto diferencias entre ambos, notablemente en el asunto de Jerusalén, pero el príncipe no presionará a su padre, ya que él se mantiene bajo su apoyo".