El manifiesto de 41 senadores franceses comprando el discurso de los separatistas en el que se habla de "represión" en Cataluña, ha obligado al Gobierno de Macron a reaccionar. La ministra de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, ha realizado una enmienda a esta iniciativa: "Francia reitera su apego constante al respeto del marco constitucional de España. Es en este marco, que es el del Estado de Derecho, en el que debe plantearse el asunto de Cataluña. Nadie, incluso si es parlamentario francés, tiene que interferir".
El Ejecutivo español ha agradecido este lunes al Gobierno francés "su rápida y contundente" respuesta ante el "inadmisible" manifiesto.
El exprimer ministro francés, Manuel Valls, también ha alertado sobre este manifiesto suscrito por partidos de todo el espectro político y lo ha calificado como un "escándalo político". El ahora candidato a la alcaldía de Barcelona ha reclamado explicaciones a las autoridades francesas por este documento que ayuda a visibilizar las tesis de los separatistas en el exterior.
Para Valls, esta iniciativa "no se ajusta a la realidad" y va en contra de la postura oficial de la Unión Europea respecto al desafío soberanista en Cataluña. "En una carta que me envió el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, reiteraba 'el absoluto respecto del orden constitucional español y su confianza en las instituciones españolas'", ha recordado en un mensaje en su cuenta de Twitter.
El embajador español en Francia, Fernando Carderera, aseguró este lunes en un comunicado que "lamenta y rechaza" el manifiesto suscrito por los legisladores, "que demuestra un desconocimiento absoluto de la situación en España por parte de un grupo minoritario de senadores franceses". El manifiesto también reclama que Francia y la UE intervengan para "restablecer las condiciones del diálogo".
Reclaman mediación internacional
François Calvet, uno de los promotores de la iniciativa y representante del departamento de los Pirineos Orientales (la llamada Cataluña Norte), explicó a Efe que el manifiesto busca que Francia y otros gobiernos europeos intervengan "para que haya una mediación", porque la situación actual "no beneficia a nadie".
"El papel de Europa es tratar de encontrar soluciones, no quedarse con los brazos cruzados", porque "hay una subida de tensión que no puede más que acabar mal", advirtió el senador por el partido conservador Los Republicanos.
Insistió en que quieren que "haya una discusión entre el Estado central y Cataluña" y que "el diálogo no se lleve al nivel judicial", en alusión al proceso ante el Tribunal Supremo español.
Los 41 firmantes (el Senado francés cuenta con 348 miembros) reclaman también "el respeto de las libertades y de los derechos fundamentales en Cataluña, por supuesto sin inmiscuirnos en los problemas políticos de un país vecino y sin tomar partido sobre la cuestión de la independencia de Cataluña".
Denuncian, además, "la represión de la que son víctimas los cargos electos legítimos, representantes políticos de la Generalitat de Cataluña encarcelados o forzados al exilio por sus opiniones en el ejercicio de los mandatos que les dieron los electores".
Calvet justificó el término de "represión" para calificar el trato a los responsables juzgados ante el Supremo en Madrid, a los que calificó de "presos políticos", porque "creemos que no se puede detener a la gente por sus convicciones".