La directora del suplemento femenino del diario vaticano "L'Osservatore Romano", Lucetta Scaraffia, y todo el equipo editorial han renunciado a continuar su trabajo alegando que han querido ser desacreditadas y denunciando que se quiere volver a un control por parte de hombres.
La redacción de "Donne, Chiesa, Mondo" (Mujer, Iglesia y Mundo), conformada por 11 mujeres, que se distribuye mensualmente con el diario del Vaticano, ha escrito una carta al papa, mientras que Scaraffia publicará un editorial en el próximo número del 1 de abril, que será el último y en el que explicará los motivos de este gesto, según ambos documentos, a los que tuvo acceso EFE.
Esta revista se había hecho eco en sus ediciones pasadas tanto de los abusos sexuales y de poder por parte de los religiosos a las monjas, así como del maltrato hacia las religiosas, relegadas a ser las "sirvientas" del clero masculino.
"Después de siete años, notamos que ya no se dan las condiciones para continuar nuestra colaboración con L’Osservatore Romano”, explica en el editorial de la última edición Scaraffia. “La publicación mensual nació de una iniciativa de mujeres autónomas, llevada a cabo por un grupo de mujeres que se habían unido a lo largo de los años", explica la ahora exdirectora.
Mujeres que "aman la Iglesia en libertad"
Pero Scaraffia ha dicho que la línea de la publicación no está respaldada por el nuevo director de L’Osservatore Romano –Andrea Monda–, que apunta más bien a debilitar "Donne, Chiesa, Mondo".
“Volvemos a la elección de colaboradores que aseguran la obediencia y renunciamos a toda posibilidad de abrir un verdadero diálogo, libre y valiente entre las mujeres que aman a la Iglesia en libertad", dice Scaraffia, denunciando esa "vuelta al pasado".
Scaraffia asegura que este rumbo no es el que el suplemento quiere y necesita: "Solo podemos declarar nuestro trabajo concluido. Consideramos que esta elección es necesaria para salvaguardar nuestra dignidad y, por lo tanto, evitar el proceso de desgaste que, lamentablemente, está en curso".