El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pidió este miércoles a Naciones Unidas que reconozca al opositor Juan Guaidó como presidente de Venezuela y que retire las credenciales de los representantes del Gobierno de Nicolás Maduro ante la organización.
Pence, en un discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, anunció que su país está preparando una resolución con ese objetivo y pidió a todos los miembros su apoyo.
"Ha llegado el momento de que Naciones Unidas reconozca al presidente interino Juan Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela y siente a su representante en este organismo", defendió el vicepresidente estadounidense.
Pence pidió además al Consejo de Seguridad que revoque las credenciales del actual embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada.
Maduro, un "dictador sin legitimidad"
"Con todo el respeto, señor embajador, usted no debería estar aquí. Debería volver a Venezuela y decirle a Nicolás Maduro que su tiempo se ha terminado, que es hora de que se vaya", le espetó. Según dijo, Maduro es un "dictador" que no tiene ninguna legitimidad.
Pence insistió en que ahora mismo Venezuela es "un estado fallido" y que supone una "amenaza" para toda la región, entre otras cosas por el éxodo masivo que la crisis ha provocado.
Además, aseguró que "traficantes de drogas, bandas criminales e incluso grupos terroristas como Hizbulá están explotando el caos en Venezuela para establecerse en la región y exportar crimen y violencia". Por ello, defendió que Naciones Unidas y en concreto el Consejo de Seguridad deben actuar para garantizar la paz y la estabilidad y ayudar al pueblo venezolano.
En ese sentido, criticó a Rusia y China por usar su poder de veto para frenar acciones contra Maduro en el Consejo y "obstruir" cualquier medida mientras países como Irán y Cuba "hacen todo lo que pueden" para defender a su Gobierno.
Según Pence, EEUU va a seguir "ejerciendo toda la presión económica y diplomática para lograr una transición pacífica a la democracia en Venezuela, pero todas las opciones están sobre la mesa".
Washington convocó la reunión celebrada este miércoles en el Consejo de Seguridad, a la que el vicepresidente llegó tarde y que abandonó nada más pronunciar su discurso, sin escuchar las intervenciones del resto de países.