Indonesia, la tercera mayor democracia del mundo, acude este miércoles a las urnas en unas elecciones que enfrentan el pragmatismo del actual presidente, el carismático Joko Widodo, a un posible giro a políticas más nacionalistas y autoritarias de la mano del exgeneral Prabowo Subianto.
Másde 192 millones de indonesios están llamados a elegir por segunda vez entre ambos candidatos, que ya se enfrentaron en 2014 en unos comicios que Jokowi, como se conoce popularmente al actual presidente, ganó por un estrecho margen gracias a su imagen de hombre común y de origen humilde.
Esta vez las encuestas muestran una ventaja a favor de Jokowi de unos 20 puntos porcentuales de media en la intención de voto, lo que le sitúa como favorito, a pesar de que el voto indeciso ronda el 10%.
Los temas clave: pobreza y religión
Durante la campaña, el nacionalismo y la economía han sido dos de las principales bazas que han empleado los contendientes del país emergente y miembro del G20, cuyo PIB es el decimosexto del mundo, aunque su producto per capita se encuentra por debajo del puesto 110.
El uso de los ingentes recursos naturales del archipiélago de más de 17.000 islas, lastrado por unas desigualdades enormes y que necesita una ingente inversión para mejorar la calidad de vida en islas remotas y alejadas de las desarrolladas Java y Sumatra, ha centrado gran parte del debate electoral.
Jokowi ha presumido de sus políticas sociales y de la nacionalización de recursos como una de las minas de oro y cobre más grandes del mundo, situada en la Papúa indonesia, mientras que Prabowo ha acusado al presidente de vender el país a multinacionales extranjeras.
El excomandante de las Fuerzas Especiales, que fuera yerno del dictador Suharto y sobre quién pesan acusaciones de violaciones de derechos humanos durante su pasado militar, ha prometido crear empleos para los jóvenes, un sector electoral clave, ya que el 40% de los votantes tienen entre 18 y 35 años.
Su discurso, inspirado en el presidente Donald Trump, se basa en la promesa de hacer a Indonesia "grande de nuevo" y rescatarla de problemas como la malnutrición, que afecta a nueve millones de niños menores de cinco años en el país, según las Naciones Unidas.
Además, el exgeneral ha elegido como vicepresidente al exitoso empresario de 49 años Sandiaga Uno, que ha conectado con el voto joven con su imagen deportiva y su uso de las nuevas tecnologías.
Se espera que otro factor determinante en los comicios sea la religión en el país con más musulmanes del mundo -el 88 % de sus más de 265 millones de habitantes-, sobre todo tras el aumento de la influencia islamista en los últimos años.
"La instrumentalización de la religión no es nueva en la política indonesia, pero es mucho más visceral y la polarización se ha vuelto muy real", dijo la investigadora del Instituto Indonesio de las Ciencias (LIPI), Dewi Fortuna Anwar, durante un evento el lunes en Yakarta.
245.000 candidatos se presentan a las elecciones
La investigadora considera que Indonesia, que ha crecido un 5% de media anual durante la legislatura de Jokowi, se enfrenta al doble reto de consolidar tanto su economía como su democracia.
Entre los problemas del país asiático, Dewi destacó además el auge de las dinastías y oligarquías políticas, donde confluyen los poderes políticos y económicos, así como el populismo, la corrupción y la criminalización de los detractores de las élites.
En su mandato, Jokowi ha demostrado su capacidad de negociación con poderes fácticos como el Ejército o los grupos mayoritarios islámicos a los que ha mantenido cerca en su legislatura, lo que en muchos casos ha impedido las promesas de reforma que hizo en 2014.
Una de las mayores muestras del pragmatismo político del presidente es la elección como su segundo de un influyente y septuagenario clérigo musulmán que preside el Consejo de Ulemas de Indonesia, Maruf Amin.
Por su parte, Prabowo se ha aliado con los grupos islamistas, a los que ha prometido avances en la implementación de la "sharía", o ley islámica, en Indonesia, a pesar de que el perfil del exmilitar sea en principio secular.
La proliferación en los últimos años de las redes sociales en Indonesia, cuarto país del mundo con más usuarios de Facebook, ha llevado también la contienda electoral a internet.
Los comicios están considerados uno de los ejercicios electorales más complejos del mundo ya que por primera vez en la historia de Indonesia serán presidenciales y legislativos al mismo tiempo, lo que significa que 245.000 candidatos optarán a 20.000 cargos en un único día.