El presidente de EEUU, Donald Trump, ha comunicado este martes que no renovará la exención a Irán para la compra de petróleo al país. Trump ha asegurado que, a partir del 1 de mayo, el país ya no comprará crudo a Irán. Esta decisión ha provocado la subida de precio del crudo Brent a 74 dólares por barril, un nivel que no se alcanzaba desde noviembre de 2018.
Esta decisión viene a colación de las sanciones que EEUU ha impuesto a Irán, y con esta última pretende "reducir a cero" las exportaciones de crudo del país, que se sitúan en un millón de barriles diarios.
El crudo, la mayor fuente de ingresos de Irán
Una de las claves del plan de EEUU para desgastar a Irán es que, para complementar la decisión, se coordinará con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) para seguir manteniendo el suministro de petróleo en todo el mundo.
La retirada del acuerdo nuclear por parte de EEUU a Irán el año pasado conllevó una serie de exenciones, es decir, varias decisiones que estaban dentro del acuerdo pero que no se cumplirían -de momento- y dentro de las cuales estaba la compra del crudo a Teherán.
Ahora, Trump ha decidido no renovar dichas exenciones, con la consecuencia del bloqueo petrolero a Irán. El secretario de estado de Trump ha dicho que, con esta medida, pretenden denegar al régimen "su principal fuente de ingresos".
Advertencia a los demás países
Esta decisión no solo incumbe a EEUU, pues el país incluyó en la exención a países como China, Turquía, India, Japón, Corea del Sur, Grecia, Italia y Taiwán. Pompeo ha lanzado una advertencia a estos países: quienes mantengan lazos económicos con Irán tras el 1 de mayo, sufrirán las consecuencias, y asegura que "los riesgos no van a hacer que merezcan la pena los posibles beneficios".
El embargo no le ha sentado bien al Gobierno iraní, que ha dicho que "las exportaciones de petróleo de Irán no se reducirán a cero bajo ninguna circunstancia a menos que las autoridades iraníes decidan detenerlas".
El presidente de la Comisión de Política Exterior del Parlamento iraní, Heshmatola Falahatpishe, ha asegurado en su cuenta de Twitter que "las ventas de petróleo de Irán nunca caerán por debajo de un millón de barriles por día".
Falahatpishe ha dicho que ni Trump ni Pompeo pueden "influir" en las exportaciones. "La cantidad mínima de ventas de petróleo de Irán está determinada por las relaciones bilaterales, no por los engaños políticos de Trump y Pompeo", añadió.
Arabia Saudí y EAU, aliados en el embargo
Una de las claves del embargo petrolero a Irán es cómo se van a abastecer los países que EEUU no quieren que compren crudo a Irán.
Desde Arabia Saudí, el ministro de Exteriores se ha tomado bien la decisión de Trump de detener las exportaciones de crudo iraní, diciendo que es un paso necesario para detener la política desestabilizadora del país.
"Arabia Saudí apoya completamente cualquier paso necesario dado por EEUU para forzar al régimen iraní a acabar con su política de apoyo y patrocinio del terrorismo por todo el mundo", ha dicho Ibrahim al-Assaf, ministro de Exteriores.
China, entre la espada y la pared
El ministro de Exteriores chino ha dicho este martes que se ha reunido con EEUU a raíz de esta decisión, pues China tampoco podrá comprar petróleo a Irán tras el fin de las exenciones. "China se opone consistentemente a las sanciones unilaterales de EEUU", ha dicho Geng Shuang, un portavoz del ministerio.
"El Gobierno chino tiene la labor de proteger los derechos legítimos e intereses de las empresas chinas", ha añadido. China es el mayor comprador de crudo de Irán, con un total de 30 millones de toneladas al año, lo que se traduce en un consumo de unos 586 barriles de petróleo al día -aunque solo un 6% de las importaciones de crudo del país-.
"La decisión de los Estados Unidos contribuirá a la volatilidad en Medio Oriene y en el mercado energético mundial", ha dicho Geng Shuang, un portavoz del ministerio. China era uno de los ocho países que se beneficiaban de las exenciones otorgadas por EEUU.
El crudo iraní, el más rentable para China
Las refinerías chinas están diseñadas para procesar con facilidad el crudo iraní, el cuál aseguran que ofrece mejores márgenes de beneficio que otros productos similares, como el crudo de Arabia Saudí. Y es que las infraestructuras chinas entorno al petróleo iraní les ha costado al país una inversión de billones de dólares.
"China tiene la capacidad de ignorar las sanciones si quiere hacerlo", dice Jarrett Blanc, coordinador de Estad sobre el Plan de Acción Conjunto y Completo. "Si quieren continuar comprando crudo iraní, tienen la capacidad de estructurar las transacciones de manera que no les afecten las sanciones de EEUU".
Pero, a pesar de la capacidad de China para asumir las sanciones estadounidenses, la decisión de continuar comprando crudo iraní afectaría a las relaciones bilaterales de ambos países. "Las sanciones de Irán serán un gran desafío para sus relaciones", ha dicho un ex asesor de Obama.