Un grupo de pescadores noruegos han hecho un descubrimiento fuera de lo normal. En la isla de Ingoya encontraron una beluga blanca con un extraño arnés en su cabeza con un enganche especial para cámaras del tipo Go Pro, que son utilizadas para actividades deportivas o de riesgo, ya que son pequeñas y manejables, y también resistentes al agua.
Audun Rikardsen, biólogo marino, ha declarado a la BBC que el arnés "se había apretado firmemente en torno a su cabeza, en frente de sus aletas pectorales y tenía hebillas". Rikardsen asegura que estas belugas son "muy inteligentes" y "bastante sociables", y que pueden ser sometidas a un entrenamiento, como los perros.
La CNN recoge que Jorgen Ree Wiig, también biólogo marino, cree que la beluga podría haberse escapado de una base militar rusa en Murmansk, a unos 400 kilómetros de donde apareció, y donde Rusia tiene la base naval de su flota del Norte. Asegura que estos animales podrían ser utilizados para tareas de vigilancia o búsqueda.
A raíz de las sospechas, el coronel ruso -ahora en la reserva- Viktor Baranets ha dicho que si estuvieran utilizando el animal para labores de espionaje no adjuntarían un número de teléfono móvil con el mensaje 'llame a este número'", según ha declarado a la radio Govorit Moskva.
Lo que sí ha reconocido es que Rusia entrena a delfines en Sebastopol (Crimea) para tareas como atacar a buceadores, adherir minas a barcos extranjeros o analizar el fondo marino para proteger una zona del mismo.