Un avión de pasajeros Superjet-100 de la compañía Aeroflot se incendió este domingo al efectuar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto Sheremétievo de Moscú. Por el momento hay al menos 41 víctimas mortales, entre ellas dos niños, seis heridos y varias personas desaparecidas, según fuentes médicas citadas por la agencia Tass.
El aparato, con 73 pasajeros a bordo más cinco tripulantes, había despegado minutos antes de Sheremétievo con destino a Murmansk, ciudad en el noroeste de Rusia, pero sus pilotos pidieron el regreso al aeródromo, donde tomó tierra, envuelto en llamas, 45 minutos después.
"El avión informó de un problema a bordo y se dispuso a efectuar un aterrizaje de emergencia. No lo consiguió en el primer intento y en el segundo el tren de aterrizaje impactó contra la pista, al igual el morro de aparato, y se produjo el incendio", detalló la fuente a Interfax.
Tras el impacto, muchos pasajeros abandonaron el aparato por la rampa hinchable. Las autoridades han abierto una investigación en la que tratarán de aclarar las causas del suceso.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó sus condolencias a los familiares de la víctimas e impartió instrucciones de prestarles todo tipo de asistencia, informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
De momento se desconoce el problema que obligó a los pilotos del Superjet-100, un avión de fabricación rusa, a regresar al aeropuerto de Sheremétievo, aunque una fuente citada por TASS indicó como la causa más probable el impacto de un rayo en la aeronave.
El accidente en Sheremétievo obligó a cancelar o aplazar más de cien vuelos en los tres aeropuertos más importantes de Moscú.