Varios detenidos en una multitudinaria manifestación del colectivo LGTB en Cuba
La manifestación se convocó después de que el Estado cancelara la marcha anual del orgullo gay por "las tensiones del contexto internacional".
12 mayo, 2019 14:53Noticias relacionadas
Las fuerzas de seguridad de Cuba se han enfrentado este sábado a manifestantes de colectivos LGTB durante una manifestación ilegal convocada después de que se cancelara la marcha anual del orgullo gay que organiza el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), dirigido por Mariela Castro.
En el choque aparentemente no hubo heridos pero al menos dos personas fueron detenidas, una de ellas el activista medioambiental Ariel Ruiz Urquiola.
La marcha había sido convocada por la sociedad civil independiente en el Parque Central de La Habana Vieja y pese a no estar autorizada se desarrolló inicialmente sin incidentes, con unas trescientas personas desfilando por el céntrico Paseo del Prado en dirección al Malecón.
Varios participantes declararon a la prensa que no se estaban manifestando "en contra de nada" sino "a favor" de sus derechos y recalcaron que se trataba de una celebración pacífica.
Con banderas del arcoiris y al grito de "¡sí se pudo!" y otros cánticos alegres, la multitud marchó de forma pacífica y sin incidentes en medio de una fuerte presencia policial hasta el final de esta avenida, donde fueron interceptados por agentes policiales y de la Seguridad del Estado.
Fue entonces cuando comenzaron los choques, ya que las autoridades pidieron a los manifestantes que se dispersaran aduciendo que se trataba de una marcha no autorizada, mientras varios de los activistas replicaban que no necesitaban permiso alguno para ejercer su derecho a pasear por la capital.
Los enfrentamientos, que finalizaron con al menos dos personas detenidas, se precipitaron cuando los manifestantes ignoraron las advertencias policiales y trataron de continuar su camino hacia el Malecón, supuestamente para dirigirse a una fiesta programada dentro de la agenda oficial de actos de la jornada cubana por los derechos LGTBI que organiza el Cenesex.
Al lugar llegó un autobús de transporte urbano con numerosos policías y agentes vestidos de paisano que acudieron a dispersar la marcha entre las airadas protestas de los asistentes. Finalmente varias decenas de manifestantes decidieron hacer una sentada y "besada" en medio del Paseo del Prado.
Malestar por la cancelación del orgullo
La suspensión anunciada esta semana de la tradicional "conga contra la homofobia" con el argumento de que el país se prepara para enfrentar una grave crisis económica, provocó un fuerte malestar en el colectivo LGTBI, que cuestionó por qué en cambio sí se realizaron otras actividades masivas como el reciente desfile del Día del Trabajador.
La decisión partió del Ministerio cubano de Salud "dada la actual coyuntura que está viviendo el país", según informó esa entidad.
"No se realizará este año la Conga cubana contra la Homofobia y la Transfobia, por determinadas circunstancias que no ayudan a su desarrollo exitoso, tanto en La Habana como en Camagüey (centro), sin que ello implique no retomarla para el próximo año", explicó el Cenesex.
La institución, liderada por la sexóloga y diputada Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro, insistió en que "las nuevas tensiones en el contexto internacional y regional afectan de manera directa e indirecta" a la isla, con "impactos tangibles e intangibles" para su vida cotidiana y la "implementación de las políticas del Estado".
Este desfile habría sido el primero celebrado después de la aprobación, en abril, de la nueva Constitución cubana, en la que inicialmente estaba prevista una modificación que abría las puertas al matrimonio gay en la isla pero que finalmente no se incluyó en el texto final.
El colectivo LGTBI ha ido ganando en visibilidad durante la última década en Cuba, donde en los primeros años tras el triunfo de la Revolución (1959) los homosexuales eran perseguidos y enviados a campos de trabajo denominados Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), lo que se considera uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente de la isla.