Entre cucarachas, enfermo y en huelga de hambre: así sobrevivió Billy Six en los calabozos de Maduro
El periodista alemán Billy Six pasó cuatro meses en las cárceles del régimen de Maduro acusado de “espionaje, rebelión y violación de las zonas de seguridad”.
7 junio, 2019 01:16El periodista berlinés Billy Six leyó hace poco el libro de George Orwell '1984'. Este joven de 32 años abrió por primera vez ese clásico de la literatura que presenta un dictatorial futuro distópico en El Helicoide, la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). A ese lugar se le conoce por servir de cárcel para disidentes políticos en Venezuela.
Allí, Six llegó a sumar cuatro meses privado de libertad tras haber sido detenido junto a otros periodistas que informaban sobre la situación en el país latinoamericano. “En el libro de Orwell reconocía, tras mi experiencia en las calles de Venezuela, lo que estaba pasando en el país”, dice Six a EL ESPAÑOL.
Este berlinés, firma habitual de publicaciones de línea derechista dura como el semanario Junge Freiheit o la revista Deutschland Magazin, habla a este periódico desde Múnich. Está viajando mucho últimamente por Alemania para dar a conocer sus vivencias en la cárcel del régimen de Nicolás Maduro. En breve se irá de retiro a un monasterio donde escribirá un libro sobre su paso por Venezuela y los calabozos de los servicios de inteligencia bolivarianos.
Six fue detenido el pasado 17 de noviembre. “Me detuvieron en una operación junto a otros ocho periodistas, entre los que había dos franceses, dos chilenos, dos colombianos, un estadounidense y también un español, pero ahora no recuerdo sus nombres”, según trata de hacer memoria Six. “Ellos estuvieron en la cárcel, como yo. Pero ellos, a las 48 horas, quedaron libres porque sus gobiernos pidieron la liberación. En mi caso, sin embargo, el Gobierno alemán no hizo nada”, añade.
Six no quiere hablar mucho del caso que le enfrenta a las autoridades venezolanas por motivos legales. También está enfrentado al Ejecutivo de Angela Merkel, al que quiere llevar ante los tribunales por la pasividad con la que se comportaron los diplomáticos alemanes y otros representantes del gobierno germano ante su caso en Venezuela. “El mayor responsable de mi estancia en la cárcel es el Gobierno alemán. No solo Maduro tiene la culpa de mis cuatro meses en la cárcel, sino también la canciller Merkel y el ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas”, señala Six.
Durante esas dieciséis semanas, además de leer, Six hizo casi de todo para matar el tiempo. “Fue una experiencia muy dura. Sobreviví rezando a Dios, me ocupé también cazando cucarachas, jugando al ajedrez con un pequeño juego que me dejó un compañero de cárcel y hablando con unos y otros”, cuenta Six. Pasado el primer mes en El Helicoide, a Six le hicieron llegar varios libros, incluido el clásico de George Orwell.
Un “gringo” convertido en “preso estrella”
Entre rejas, Six dice haber recibido tres comidas al día. “Eran comidas frías, insuficientes, pero al menos eran algo. Los vigilantes, creo, me tenían simpatía y por eso siempre se preocuparon de que tuviera el doble de raciones, o algo más”, cuenta Six, asumiendo que al ser el único “gringo” – según sus propios términos – era “una especie de preso-estrella”. “Los servicios secretos venezolanos jugaron un papel a mi favor, creo. Hay mucha gente en los servicios secretos que está en contra del presidente Maduro”, abunda Six.
Cuatro meses en la cárcel, cuando otros periodistas arrestados en condiciones similares a las de Six estuvieron sólo 48 horas detenidos, es mucho tiempo preso. A Six se le ha acusado de “espionaje, rebelión y violación de las zonas de seguridad”. ONG's internacionales como Reporteros Sin Fronteras han apoyado a Six, rechazando los argumentos del régimen de Maduro para acusar al reportero alemán.
Six niega haber cometido ningún delito de los que le acusa Venezuela, país que se encuentra en el número 143 de 180 del ranking internacional sobre libertad de prensa que elabora Reporteros Sin Fronteras. En el “Índice de democracia” de la consultora británica Economist Intelligence Unit, Venezuela figura entre los “regímenes autoritarios”, en la posición 134 de 168.
Tal vez esos registros expliquen lo arbitrario que parecen las acusaciones contra Six. “En los cuatro meses que estuve detenido, la causa contra mí fue cambiando. Primero se me acuso de espionaje, porque hice fotos de militares en un desfile militar el día de la fiesta nacional. Luego, como tenía fotos con miembros de las FARC, se me acusó de rebelión, y como también hice fotos de Maduro con el zoom de mi cámara –las hice desde unos 700 metros–, me acusaron de haber violado el cordón de seguridad”, explica Six.
El “Indiana Jones” del periodismo alemán, más preso que nunca
Él estaba en Venezuela desde junio de 2017. En su tiempo allí, Six dice que estuvo trabajando como freelance. También subía material a sus redes sociales, dando cuenta de sus actividades en esa región del mundo. Six, que se ha especializado en mandar crónicas y fotografías desde zonas de conflicto –ya sea Siria, donde también estuvo preso, o en el frente del este de Ucrania–, se describe a sí mismo en su canal de Youtube como el “Indiana Jones” del periodismo.
Este “Indiana” alemán nunca estuvo tanto tiempo privado de libertad como en Venezuela. En las cárceles del régimen de Baschar Al-Assad pasó tres meses. “Entonces, el ministro de Asuntos Exteriores era Guido Westerwelle. Él me ayudó, enseguida se habló con mi familia, hubo contactos con los rusos, porque al final me liberaron los rusos, gracias a Sergei Lavrov”, cuenta Six.
En Venezuela, a su entender, su estancia en la cárcel se demoró en vista de la actitud del Gobierno de Merkel con el régimen de Maduro. “Desde diciembre de 2017, el Gobierno alemán busca acabar con Maduro. Está envuelto en actividades que van en ese sentido. A mí me han utilizado como a una pelota en ese juego”, expone el periodista.
Enfermo de dengue, en la cárcel y sin medicación
Con especial énfasis recuerda Six cómo tuvo que pasar días complicados por sufrir dengue y no tener consigo la medicación que necesitaba. La perdió cuando fue detenido. Gracias a quienes se solidarizaron con su causa pudo disponer de los medicamentos que necesitaba en El Helicoide.
“Contraje la enfermedad por culpa de los mosquitos en la región. Antes de ser detenido ya la padecía. Tenía la enfermedad y por eso contaba con la medicación”, aclara Six. “Pero en la detención perdí los medicamentos. No me los devolvieron. Hacerse con la medicación es difícil en un país que está en una situación económica tan mala como Venezuela. Por eso mis padres le pidieron a la Embajada de Alemania en Caracas que me trajeran a la cárcel los medicamentos. Pero no lo hicieron”, abunda.
Gracias a la ONG Espacio Público, una asociación venezolana especializada en la defensa del derecho a la información, le terminaron llegando a Six los medicamentos. “Me los hicieron llegar a través del SEBIN”, cuenta el periodista, aludiendo al sector que era afín a su causa en los servicios de inteligencia de Maduro.
Entre rejas, Six solo pudo ver cómo se acercaba el día de su liberación cuando decidió ponerse en huelga de hambre. Llegó a iniciar tres protestas de este tipo. “A través de la huelga logré tener acceso a derechos que se me estaban negando. Logré cosas como acceder a tener una llamada telefónica con el embajador, tener acceso a la luz del día y a mi abogado”, cuenta Six.
Esos contactos serían, a la postre, decisivos en su liberación. Sus 119 días en el calabozo de Maduro son algo que aún no ha olvidado. De hecho, se dispone a revivirlo todo mientras escribe su libro sobre su cautiverio en Venezuela.