Estados Unidos y México han alcanzado este viernes un acuerdo por el que el primer país devolverá a su vecino a todos los inmigrantes solicitantes de asilo que crucen la frontera de forma irregular, con lo que el presidente Donald Trump accedió a suspender los aranceles que iban a entrar en vigor el lunes.
"Las aranceles programados para entrar en vigor el lunes contra México quedan suspendidos indefinidamente. México a cambio ha aceptado tomar medidas contundentes para detener la marea migratoria a través de México hacia nuestra frontera sur", anunció Trump en Twitter.
"Esto lo hacemos para reducir considerablemente, o eliminar, la inmigración ilegal que viene de México a Estados Unidos".
El acuerdo, detallado en una declaración conjunta de los dos gobiernos, contempla que EEUU devuelva a México a todos los solicitantes de asilo, un colectivo que conforma el grueso de la actual oleada migratoria.
"Aquellos que crucen la frontera sur de Estados Unidos para pedir asilo serán rápidamente devueltos a México, donde podrán esperar la resolución de sus solicitudes", indicaron los Ejecutivos de Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, "México autorizará la entrada a todas esas personas por razones humanitarias, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, mientras esperan la resolución de sus peticiones de asilo. México también les ofrecerá empleo, salud y educación de acuerdo a sus principios".
El acuerdo rompió con la posición expresada al principio del día por Marc Short, el jefe de gabinete del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, quien el miércoles formó parte del equipo negociador entre ambos países.
Según Short, Trump tenía previsto firmar este viernes una "notificación legal" destinada a imponer los aranceles a los productos mexicanos importados, aunque explicó que existía "la posibilidad, si las negociaciones continúan yendo bien, de que el presidente pueda desactivar eso en algún momento de este fin de semana".
Las negociaciones se produjeron en el Departamento de Estado entre funcionarios estadounidenses y una delegación mexicana, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard e integrada también por la embajadora en EEUU, Martha Bárcena, y Alejandro Celorio, asesor legal del Ministerio de Exteriores de México.
Por parte de EEUU, acudieron la secretaria adjunta de Estado para Latinoamérica, Kimberly Breier; el encargado de Negocios de la Embajada de EEUU en México, John Creamer; y uno de los asesores legales del Departamento de Estado, Marik String, dijo a Efe una fuente familiarizada con las conversaciones.
Desde el miércoles, la delegación mexicana intentaba buscar a contrarreloj una fórmula que evitase la imposición de gravámenes a sus productos y frenase las exigencias de Trump, que acusaba a México de no hacer lo suficiente para frenar a los miles de centroamericanos que huyen de la miseria y violencia de su tierra natal.
El jueves Ebrard mostró la capacidad de compromiso de México al anunciar que su Gobierno enviará 6.000 efectivos de su Guardia Nacional al sur de su territorio, fronterizo con Guatemala.
Este es, de hecho, el segundo pilar del acuerdo alcanzado, con el que México se compromete a adoptar "medidas sin precedentes para frenar la inmigración irregular", así como "medidas contundentes para desmantelar las organizaciones de tráfico de personas y sus redes ilícitas de finanzas y de transporte".
Frente a las peticiones de EEUU, México ha tratado de impulsar la idea de que la mejor forma de frenar la migración es impulsar una mejora de las condiciones económicas y de seguridad del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala), de donde provienen la mayor parte de migrantes.
A finales de mayo, el propio Ebrard acudió a Washington para pedirle a EEUU que financie el llamado "Plan Marshall" para el Triángulo Norte, que fue diseñado con ayuda de la Cepal, el organismo de la ONU que fomenta el desarrollo económico y social en Latinoamérica. Para que ese plan funcione, México quiere que EEUU invierta 4.800 millones de dólares.
Los aranceles suspendidos por Trump a raíz del acuerdo iban a entrar en vigor el lunes con una tasa inicial del 5% e iban a aumentar gradualmente mes a mes hasta el 25% en octubre.
En su nivel más bajo, habrían incrementado el precio del aguacate por encima de los 2,20 dólares por unidad y añadido 1.500 dólares al precio de un automóvil nuevo, de acuerdo con un estudio efectuado en mayo por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.