¿Hasta qué punto el turismo justifica el deterioro del medio ambiente? Si hay una ciudad que puede denominarse "museo al aire libre", al menos en Italia, esa es Venecia. Pero desgraciadamente, la antigua república marítima de pasado glorioso, es hoy en día sinónimo de masificación turística.
A lo largo de las últimas décadas, por obvias razones, ha sido un destino muy deseado por los visitantes del país con forma de bota. Pero en la actualidad, da igual el día y la hora: la Serenissima se ha convertido, desde hace muchos años, en un emplazamiento turístico casi imposible de gestionar. Demasiados turistas en sus calles, colas por todos lados.
Muchos de sus habitantes apuntan el dedo contra los cruceros que llevan 4.300 turistas al día a la capital véneta. Según los venecianos, son los cruceros quienes están poniendo en serio riesgo la sostenibilidad medioambiental y turística de la isla.
Este sábado, miles de personas se manifestaron en la ciudad para pedir la prohibición del paso de estas embarcaciones por su laguna. La marcha transcurrió por las calles del centro histórico, encabezada por una pancarta en la que se leía "Fuori le navi dalla laguna" (fuera los grandes barcos de la laguna).
El último accidente
El problema en los últimos días, ha pasado a tener una dimensión nacional en Italia. Venecia, inevitablemente, es un extraordinario escaparate turístico del país. Y no es la primera vez que surge el debate tanto en la sociedad civil como en los medios de comunicación acerca de cómo limitar o redimensionar los flujos de visitantes. La polémica, hace unos días, volvió a dar la vuelta al mundo por un grave accidente.
El crucero MSC Ópera chocó hace pocos días en el canal de la Giudecca contra un barco turístico River Countess dejando heridas a cuatro turistas internacionales de alrededor de 70 años. Una de ellas, de nacionalidad estadounidense, tal como recoge el Corriere della Sera, explicó: "El barco seguía yendo hacia adelante, hacia nosotras, pero no giraba. El personal de la compañía empezó a gritar que nos bajáramos de la embarcación".
Fue exactamente lo que lograron hacer, aunque fuera in extremis. Por esa razón las consecuencias del accidente no fueron más graves. Según los primeros datos, el crucero terminó siendo ingobernable por un problema de carácter técnico, provocando que dicha embarcación simplemente se dejara llevar por la corriente del canal de la Giudecca.
Peleas políticas
Así pues, la polémica estaba de nuevo servida: "Hay demasiados cruceros en la ciudad de Venecia", es lo que se oye a diario últimamente en los principales medios de comunicación italianos. Por esta razón, el actual Gobierno italiano, presidido por Giuseppe Conte y apoyado por los partidos Movimiento 5 Estrellas (Luigi Di Maio) y Liga (Matteo Salvini); ha advertido que antes de final de junio se debería encontrar una solución para alejar los cruceros del canal de la Giudecca y de la Plaza de San Marcos.
Según el Corriere della Sera, el Ministerio de Fomento del país asegura que el grupo de trabajo para solucionar la cuestión "lleva activo desde hace tiempo". El presidente de la región del Véneto, Luca Zaia (Liga), ha lanzado una clara alarma: "Ya no podemos esperar más".
En el seno del Ejecutivo transalpino sus ministros se echan la culpa los unos a los otros de la falta de determinación para resolver el problema: "Me consta que habíamos encontrado una solución el año pasado, pero todo está ahora bloqueado por culpa de un ministerio [el de Fomento, cuyo titular es de Danilo Toninelli] que no es de la Liga", dijo Matteo Salvini, líder de la Liga y ministro de Interior, en contra de sus socios de Gobierno del Movimiento 5 Estrellas (M5E).
Por su parte, parlamentarios del M5E aseguran que "los ministerios de Medio Ambiente, Cultura y Fomento ya están trabajando en ello".
Efecto medioambiental
¿Qué consecuencias medioambientales generan la presencia de cruceros en Venecia? En primer lugar, según informa el periódico italiano Il Fatto Quotidiano, la presencia de los cruceros provocan una importante contaminación acústica debido a la existencia de una gran cantidad de actividades recreativas en los propios cruceros. Lo cual podría considerarse normal, si no fuera por su cercanía a la Serenissima.
Según lo opinado por algunos habitantes, los grandes cruceros también provocan ciertos problemas de contaminación electromagnética, lo cual provoca que a menudo haya problemas en la recepción de la señal televisiva y de internet. El impacto medio ambiental, probablemente, es el factor más destacable; ya que según se lee en la prensa italiana en los últimos días, los cruceros nunca apagan sus motores aunque no estén desplazándose.
Ecosistema marino
La cuestión más grave en absoluto tiene que ver con el medio ambiente. Según la cabecera italiana Open, basándose en un estudio realizado por el Instituto de Ciencias Marítimas de Venecia, las embarcaciones de más de 300 metros de eslora y de más de 100.000 toneladas están generando grandes surcos y marcas en el fondo marino de la laguna de Venecia, "provocando enormes daños a un ecosistema marino ya prácticamente inexistente".
En 2012, ya hubo un decreto ley del Gobierno Letta que impedía el tránsito de buques de peso superior a las 40.000 toneladas, pero la justicia italiana dio la razón a un recurso interpuesto por las grandes compañías marítimas pertenecientes al sector turístico.
Según datos publicados por la cadena privada nacional La 7 a lo largo de esta semana, a Venecia llegan 594 cruceros al año, lo que corresponde de media a dos buques al día, siempre dependiendo de la temporada en cuestión. Esto implica el paso de 1.560.000 personas a lo largo de 12 meses. En cualquier caso, hoy en día el peso límite para este tipo de embarcaciones está establecido en 96.000 toneladas, lo cual permite ampliamente el tránsito de cruceros turísticos dentro de la isla de Venecia.
La anécdota relacionada a la masificación de Venecia debido a los grandes cruceros la protagonizó hace un par de semanas Banksy, el célebre artista callejero con identidad desconocida, publicando en su perfil de Instagram un vídeo de su nueva obra artística.
En ella se aprecian varios lienzos juntos que, desde lejos, componen una imagen única en la que aparece un gran crucero, rodeado de algunas góndolas, tapando casi por completo el panorama de Venecia. La respuesta al dilema entre masificación y medio ambiente, estará en el turismo responsable.