La líder del gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha asegurado que pretende continuar con la polémica ley de extradición en China, que ha sacado a la calle a más de un millón de personas.
La ley crea un sistema para la extradición de criminales desde la 'semiautónoma' Hong Kong a otras regiones de China -donde no existen acuerdos de autonomía-, y quienes se oponen a la ley aseguran que podría ser utilizada por Beijing para extraditar a activistas, disidentes y otros oponentes políticos.
Muchos activistas creen que la ley procede desde el gobierno central de China, pero Lam ha asegurado que "la ley no procede de allí, no he recibido ninguna orden". Además, ha añadido que la oposición y el rechazo hacia la ley procede de "un malentendido".
"Para aquellos que han expresado sus puntos de vista, ya sea que estén de acuerdo o en desacuerdo con nosotros, quiero darles las gracias a cada uno de ustedes. El escrutinio de nuestro trabajo es un factor importante para mejorar el Gobierno de Hong Kong", ha dicho Lam.
Quienes sí apoyan la ley aseguran que arregla los agujeros legales y previene a la ciudad de convertirse en un "escondite" para los fugitivos. La administración central de Hong Kong está dispuesta a aprobar el proyecto de ley antes del mes de julio.
"Hong Kong tiene que pasar página", dice Lam. "Nadie quiere que la ciudad sea un paraíso para los fugitivos".
El pasado domingo cientos de miles -un millón según la organización- protestaron por la ley en las calles de la ciudad. De confirmarse la estratosférica cifra, se convertiría en la protesta más multitudinaria del país desde 1997.
Las manifestaciones fueron pacíficas hasta media noche, cuando la policía y los manifestantes se enfrentaron, después de que las autoridades trataran de dispersarlos del área cercana a las oficinas gubernamentales.
El miércoles, día clave
El próximo miércoles tendrá lugar la segunda lectura de la ley. Martin Lee, activista y abogado, ha dicho a The Guardian que cree que habrá muchas más protestas si el Gobierno no responde de manera adecuada a las manifestaciones del domingo.
"Creo que esto demuestra claramente que estos derechos y libertades son más robustos que nunca", dice Lee.
El ministro de Asuntos Exteriores chino ha dicho que apoya a Hong Kong en la aprobación de la ley. El portavoz del ministro ha dicho que Beijing "se opone" a la interferencia de "fuerzas externas" en el proceso legislativo de la ciudad.
"Cualquier persona en su sano juicio creería que esta ley es legítima, sensible y razonable, y que fortalecerá la ley en Hong Kong e impartirá justicia", dice el protavoz. "Algunas fuerzas externas están viendo la oportunidad para avanzar con su propia estrategia de herir a China tratando de crear estragos en Hong Kong".