Máxima tensión en el estrecho de Ormuz, un lugar estratégico para la geopolítica y punto por el que pasan un tercio de los barcos que transportan petróleo. El ataque intencionado a dos petroleros, uno de propiedad noruega y otro de Japón, ha hecho saltar todas las alarmas en Teherán, que ya tiene "sospechas" sobre el origen del sabotaje.
A última hora de la tarde del jueves, el secretario de Estado de Trump acusó directamente a Irán de estar detrás del ataque a los navíos. Según Pompeo, todas las pruebas de inteligencia en poder de EEUU apuntan directamente a Teherán.
Los dos buques cisterna han sufrido impactos y explosiones mientras salían del estrecho de Ormuz, a unas 30 millas de la costa iraní. A primera hora del día, el comando la V Flota de Estados Unidos, con base en Baréin, confirmaba que estaba prestando "asistencia" a dos buques "atacados", tras recibir dos llamadas de socorro.
El Pentágono informó posteriormente de que envió a la zona al "USS Bainbridge", un destructor de la clase Arleigh Burke con misiles guiados. Sin embargo, un buque iraní salvó a los 23 tripulantes de una nave y los 21 de la otra, y los condujo al puerto de Jask, en la provincia iraní meridional de Hormozgan.
Este episodio, para el que podrían haberse utilizado torpedos, llega exactamente un mes después de que Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí denunciaran el sabotaje de cuatro buques en el Golfo Pérsico, señalando de manera más o menos explícita que Irán podía estar detrás de los incidentes.
El asunto llevó a una escalada de tensión en la zona con la decisión del Gobierno estadounidense de desplazar hasta allí el buque de asalto anfibio "USS Arlington" y el portaaviones "USS Abraham Lincoln".
Riesgo de nuevos ataques
Finalmente, tras varias semanas y una cumbre regional organizada por Arabia Saudí para denunciar las supuestas maniobras de Irán en la región, Washington dio por conjurado el riesgo de nuevos ataques en la zona.
Sin embargo, los incidentes de hoy amenazan con volver a calentar los ánimos, además de generar grandes turbulencias en los mercados. Los precios del petróleo se han disparado tras saltar la noticia.
Al cierre de esta información, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotiza en los 61,13 dólares el barril, un alza del 1,9%. El barril del crudo Texas está en los 52,19 una subida de algo más del 2%.
Teherán ya ha puesto en marcha una investigación y aunque no se ha señalado a nadie el ministro de iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, calificó los dos incidentes de "sospechosos".
"Los ataques denunciados contra los petroleros relacionados con Japón ocurrieron mientras el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se reunía con el ayatolá Ali Jameneí", líder supremo iraní, "para mantener conversaciones extensas y amistosas", escribió Zarif en su cuenta oficial de Twitter.
Por ello, y teniendo en cuenta que algunos países acusaron a Irán de un incidente similar ocurrido el mes pasado, Zarif agregó que el término sospechoso se queda corto para "describir lo que ocurrió esta jueves" en el mar de Omán.
Abe llegó ayer a Teherán para tratar de lograr una distensión en la zona. Ayer se reunió con el presidente iraní, Hasan Rohaní, y hoy lo hace con Jameneí.
Rohaní aseguró ayer que su país no va a iniciar una guerra con EEUU, pero Abe le pidió además que tenga "un papel constructivo" e instó a evitar "un choque accidental" en Oriente Medio.