El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini prohibió con una ordenanza entrar en aguas territoriales al barco de la ONG Sea Wach con 53 migrantes rescatados el pasado miércoles, pero permitió desembarcar a 10 de ellos.
Tras un control médico, Interior autorizó que pudieran ser evacuados a la isla de Lampedusa 3 niños y 3 mujeres, dos de las cuales están embarazadas, dos acompañantes, y dos varones que presentaban problemas de salud.
Por otra parte, Salvini anunciaba la orden al barco de no entrar en aguas territoriales italianas, como está previsto en el decreto de seguridad que el Ejecutivo italiano aprobó hace unos día y contempla multas de hasta 50.000 euros a los barcos humanitarios que rescaten migrantes sin autorización.
Al Sea Watch se le había ofrecido el puerto de Trípoli para que desembarcase a los migrantes, pero la ONG se negó señalando que Libia no es un país seguro.
La Comisión advierte
Sobre este caso se expresó la portavoz de la Comisión Europea, Natasha Bertaud quien afirmó que "todos los barcos que navegan con la bandera de la Unión Europea están obligados a cumplir con la ley internacional cuando se trata de búsqueda y rescate, lo que incluye la necesidad de llevar a las personas rescatadas a un puerto seguro. La Comisión siempre ha dicho que estas condiciones no existen actualmente en Libia".
La portavoz de la ONG, Giorgia Linardi, explicó en un vídeo en Twitter que las personas rescatadas "han pasado largos períodos de detención en Libia" y que "uno de ellos contó que se vio obligado a enterrar cadáveres para preparar el centro de detención ante la visita de operadores externos que intentaban hacerlo más presentable".
"Entre los migrantes rescatados un niño de 12 años encarcelado sin una razón válida, y otro náufrago nos dijo que había presenciado el asesinato de un miembro de la familia con un golpe de Kalashnikov mientras estaba detenido. Nunca llevaremos a nadie a un país donde ocurran estas cosas", afirmó Linardi.