El expresidente de Egipto Mohamed Mursi, que gobernó el país entre 2012 y 2013 antes de ser derrocado por el Ejército en un golpe de Estado no sangriento, falleció hoy durante una sesión de un juicio contra él por espionaje, informó la televisión estatal egipcia. Morsi llegó al poder de forma democrática tras la Primavera Árabe en Egipto que derrocó al dictador Mubarak tras 30 años en el poder.
Según la agencia Reuters, el expresidente sufrió un desmayo ante el tribunal y poco después falleció en circunstancias que aún no han sido aclaradas. La emisora publica no ofreció más detalles sobre las causas de la muerte del exmandatario islamista, que llevaba preso desde el 3 de julio de 2013 y fue sometido a múltiples juicios en este tiempo.
Tras poco más de un año en el poder, fue depuesto después de masivas protestas y un golpe de Estado. La formación política a la que representaba, los Hermanos Musulmanes, fue vetada desde entonces.
Las causas pendientes con la Justicia de Mursi incluían hasta seis juicios. El expresidente se enfrentaba a varias condenas de 20 años de prisión y hasta cadena perpetua por el caso del espionaje a Qatar, precisamente el caso en el que estaba siendo juzgado hoy. En noviembre de 2016, la Corte de Casación descartó la condena a cadena perpetua para Mursi y otros 21 acusados y ordenó repetir el juicio contra todos ellos.
Problemas de salud
El expresidente egipcio arrastraba una larga lista de problemas de salud que incluían diabetes y complicaciones de riñón e hígado. Su tiempo en la cárcel sólo empeoró el cuadro clínico de Mursi.
En 2018 un informe realizado por varios diputados británicos alertaba de que la falta de tratamiento médico en la cárcel podría resultar en una "muerte prematura" de Murso. El informe también subrayaba que "toda la cadena de mando" y "el actual presidente" serían "responsables" por la "negativa" a ofrecer un tratamiento médico "adecuado".
Los autores del informe no pudieron acceder a Egipto para visitar a Morsi ante la negativa de las autoridades de Al Sisi, el texto basaba sus afirmaciones en testimonios de testigos en la zona y otras informaciones de ONG.
Al parecer, Morsi -que contaba con 67 años de edad- pasaba hasta 23 horas en régimen de aislamiento, una medida que la ONU clasifica como tortura.