Que el presidente estadounidense, Donald Trump, haya escogido Orlando para el pistoletazo de salida de su campaña para la reelección y que el primer y nutrido debate público de los aspirantes a la nominación por el Partido Demócrata vaya a ser en Miami no es fruto de la casualidad: Florida pesa en las elecciones.
Todos los indicios apuntan a que este estado "clave", que lo es porque ha demostrado que puede darle el triunfo a cualquiera de los dos partidos, tendrá un papel decisivo en las presidenciales de 2020.
En 2016 Trump le ganó a la demócrata Hillary Clinton en Florida por solo 1,2 puntos, mientras que cuatro años antes Barack Obama, que buscaba la reelección, derrotó al republicano Mitt Romney en este estado por 0,9 puntos.
Ganar en Florida es importante para llegar a la Casa Blanca, porque es el único de los cuatro estados más poblados del país cuyo resultado es impredecible y siempre está en duda quién se llevará los 29 votos que le corresponden en el Colegio Electoral.
Republicanos y demócratas se han volcado en Florida en estos primeros tiempos de una campaña que cada vez comienza antes.
El presidente, que ha hecho de su club Mar-a-Lago en Palm Beach (Florida) la casa presidencial de invierno, es un asiduo visitante del estado, tanto para descansar como para hacer proselitismo.
"Terremoto en las urnas"
En este estado, Trump, convocó el martes un "terremoto en las urnas" contra los demócratas en el inicio formal de su campaña a la reelección a la Casa Blanca en los comicios que se celebrarán en noviembre de 2020. Y ha acuñado un nuevo lema: "Keep America Great".
"La única cosa que estos políticos van a entender es un terremoto en las urnas, lo hicimos una vez y lo vamos a volver a hacer, y esta vez vamos a terminar el trabajo", dijo Trump ante unos 20.000 seguidores en un mitin en Orlando (Florida).
"Me presento ante ustedes -añadió- para lanzar oficialmente mi campaña para un segundo mandato como presidente de EE.UU.".
Pese a hacer este martes oficial el anuncio, Trump trabaja para su reelección desde que llegó al poder en enero de 2017, con una campaña con decenas de mítines a lo largo y ancho del país.
"A nuestros opositores demócratas radicales les mueve el odio y la rabia. Quieren destruiros y quien destruir nuestro país tal y como lo conocemos. Inaceptable. Eso no va a suceder", afirmó Trump en su acto.
25 aspirantes demócratas
Una encuesta de la Florida Atlantic University muestra que la popularidad de Trump está en alza en Florida, pues pasó de un 41 % de aprobación en febrero pasado a un 47 % en mayo, mientras el porcentaje de los que desaprueban su gestión bajó del 46 al 44 %.
De cara a las elecciones de 2020, el hoy presidente y el ex vicepresidente Joe Biden están empatados en intenciones de voto en Florida, pero Trump le saca ventaja a todos los otros aspirantes a la nominación por el Partido Demócrata. Pero a estas alturas de la carrera hacia 2020 Trump no tiene un rival claro mientras los demócratas están en pleno proceso para elegir candidato.
Veinte de esos aspirantes participarán en Miami en el primer debate público de esta campaña, que se desarrollará en dos jornadas, 26 y 27 de junio, dado el elevado número de participantes. La carrera por seleccionar al candidato demócrata en 2020 ha llegado a tener 25 aspirantes principales, lo que deja cortos a los 17 precandidatos republicanos de 2016.
Para el debate demócrata, que será televisado por NBC, han sido seleccionados solo los que han recibido donaciones de por lo menos 65.000 personas o contaron con un 1 % de intención de voto en un mínimo de tres encuestas nacionales o estatales.
Los calificados son Biden, los senadores Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Kamala Harris, Kirsten Gillibrand, Amy Klobuchar, Michael Bennet y Cory Booker, y los representantes a la Cámara baja Eric Swalwell, Tulsi Gabbard y Tim Ryan
También están Julian Castro, exsecretario de Vivienda de Obama y el único hispano de la lista, los excongresistas Beto O'Rourke y John Delaney, el gobernador de Washington, Jay Inslee, el exgobernador de Colorado John Hickenlooper, los alcaldes Bill de Blasio, Pete Buttigieg, la autora Marianne Williamson y el exejecutivo de tecnología Andrew Yang.