El plan de paz dado a conocer por Estados Unidos para Oriente Medio busca captar mediante un "ambicioso" esfuerzo internacional inversiones por 50.000 millones de dólares para el pueblo palestino y darle un impulso a las economías de Egipto, Israel, Jordania y el Líbano.
La estrategia, denominada 'Paz para la Prosperidad', ha sido desarrollada por Jared Kushner, el asesor principal de la Casa Blanca y yerno del gobernante estadounidense, Donald Trump, y el enviado de Washington para Oriente Medio, Jason Greenblatt.
"Durante mucho tiempo, el pueblo palestino ha estado atrapado en estructuras ineficientes del pasado. El plan 'Plan para la Prosperidad' es un marco para un futuro más brillante y próspero para el pueblo palestino y la región y una visión de lo que es posible si hay paz", afirmó Kushner, citado en un comunicado difundido por la Casa Blanca que detalla las bases de la propuesta.
El plan se anunció justo antes del foro económico "Paz para la Prosperidad" que tendrá lugar el martes y miércoles próximo en Manama, organizado por los Gobiernos de Baréin y Estados Unidos. Ya eran varias voces en el escenario internacional, entre ellas las de Francia y el Líbano, que pedían conocer la propuesta de Washington.
Empoderar al pueblo palestino
"'Paz para la Prosperidad' es una visión para empoderar al pueblo palestino para construir una sociedad próspera y vibrante", se puede leer en el documento, que enfatiza en tres aspectos: "desatar el potencial económico", "empoderar al pueblo palestino" y "mejorar la gobernanza".
En el aparte dirigido a impulsar el potencial económico, la propuesta se centra en la creación de una nueva base para la economía palestina que impulse el crecimiento y permita la generación de empleo.
Entre otras medidas, el documento señala la reducción de las "restricciones al crecimiento económico palestino" mediante la apertura de Cisjordania y Gaza a los mercados de la región y el mundo. "Este plan también apoyará los pasos para mejorar la cooperación palestina con Egipto, Israel y Jordania", con el objetivo de reducir las barreras a la movilización de bienes y personas, reveló.
La apuesta con estos países incluye igualmente impulsar sus economías al reducir "las barreras comerciales en toda la región".
También plantea destinar recursos para infraestructura esencial como electricidad, agua y telecomunicaciones, así como para emprendimientos, pequeñas empresas, turismo, agricultura, vivienda y manufactura, entre otros.
Al abordar las líneas para "empoderar al pueblo palestino", el plan propone mejorar la calidad del sistema educativo y asegurar las oportunidades de acceso a los palestinos, desarrollar la fuerza laboral, así como impulsar el sector sanitario y la calidad de vida.
Para "mejorar la gobernanza", la iniciativa se centra avanzar en aspectos como el entorno empresarial, la construcción de las instituciones y las operaciones del Gobierno.
Busca implicación de todos los sectores
Ya en mayo pasado se anunció que el encuentro en Baréin, donde será presentado oficialmente el propuesta, convocará a Gobiernos, líderes empresariales y miembros de la sociedad civil de Oriente Medio.
A la cita asistirán israelíes, según anunció el martes pasado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien admitió que mantienen "a la luz o en secreto" contactos con "muchos líderes del mundo árabe".
También ha confirmado su participación el coordinador adjunto de la ONU para Oriente Medio, Jamie McGoldrick, pese a que inicialmente Naciones Unidas no tenía previsto participar en la cita. Desde mayo pasado, el secretario general para la Organización de la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, adelantó que ninguna facción palestina asistirá a Baréin.
Otro de los ausentes que se anticipa es el Líbano, cuyo ministro de Exteriores, Gebran Basil, señaló el pasado 11 de junio en su cuenta oficial de Twitter que su país no acudirá a la conferencia "porque los palestinos no participan". Además, Basil indicó que prefieren "tener una idea clara del plan de paz propuesto", al advertir de que no han sido consultados ni informados al respecto.
Días antes, el 8 de junio, el ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, dijo durante una visita a Rabat que no tenía información sobre el plan de paz de EE.UU. e ironizó: "Si alguien lo ha visto, gracias por informarnos".