Donald Trump ha fichado a Stephanie Grisham, que desde 2017 ha sido la directora de comunicación de su esposa Melania, como nueva secretaria de prensa y directora de comunicaciones de la Casa Blanca, tal y como ha adelantado a través de Twitter la primera dama.
"¡Me complace anunciar que Stephanie Grisham será la próxima directora de comunicación y secretaria de prensa de la Casa Blanca! Ha estado con nosotros desde 2015 y al presidente y a mí no se nos ocurre mejor persona para servir a la Administración y a nuestro país. Emocionada de tener a Stephanie trabajando para ambos lados de la Casa Blanca", ha comunicado Melania Trump.
El pasado 14 de junio, el equipo de Trump sufrió una importante baja con la dimisión de Sarah Huckabee Sanders, su secretaria de prensa desde 2017 y un gran apoyo para el presidente estadounidense. Según declaró en una rueda de prensa, su renuncia se debía a que quería pasar más tiempo con sus hijos.
En Twitter el presidente escribió: "Después de tres años y medio, Sanders dejará la Casa Blanca. Ella es una persona muy especial con un talento extraordinario, ¡ha hecho un trabajo increíble!". Y añadía: "Espero que decida presentarse como gobernadora de Arkansas. Sería fantástico. ¡Sarah, gracias por un trabajo bien hecho!".
Además, Grisham también asumirá el cargo de directora de comunicaciones, un puesto vacante desde la salida de Bill Shine en marzo.
Portavoz en Arizona
La nueva secretaria de prensa trabajó como portavoz de la Cámara de Representantes de Arizona y se unió a la campaña de Trump en 2015. Se suponía que Grisham volvería a Arizona, pero en 2017 fue contratada por Melania Trump como su portavoz y directora de comunicación. Además, es de las pocas trabajadoras que permanecen en el equipo desde la campaña.
Se convirtió en una ayudante de confianza después de que el presidente se mudara a la Casa Blanca. Es conocida por defender a la familia Trump y por su capacidad para mantener el Ala Este relativamente libre de escándalos.