El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió este domingo a China que una posible represión violenta en Hong Kong, donde las protestas antigubernamentales se suceden desde hace semanas, haría "difícil" la firma del acuerdo comercial que ambos países negocian.
"Si es otra plaza Tiananmen, creo es algo muy difícil de hacer si hay violencia", declaró Trump a periodistas antes de trasladarse desde Morristown, en el estado de Nueva Jersey, a Washington.
Trump se refirió así a lo ocurrido el 4 de junio de 1989, cuando las fuerzas de seguridad chinas aplastaron la manifestación estudiantil de la plaza de Tiananmen, siguiendo órdenes del entonces primer ministro chino Li Peng, quien falleció el pasado 22 de julio.
El mandatario sugirió nuevamente a su homólogo chino, Xi Jinping, que considere la posibilidad de una reunión con los manifestantes, que opinó "resolverían algo que sea bueno para todos".
Sobre el acuerdo, dijo creer que ambos países terminarán "haciendo un muy buen trato", y consideró que China lo necesita más que Estados Unidos.
Pero advirtió que si sucede algo violento en Hong Kong "sería mucho más difícil para mí firmar un acuerdo".
El pasado miércoles, el Gobierno de Trump expresó una "profunda preocupación" por la supuesta presencia de movimientos paramilitares chinos a lo largo de la frontera de Hong Kong.
En un comunicado, la diplomacia estadounidense también condenó la violencia registrada estos días e instó "a todas las partes" a la moderación, aunque aseguró que apoya la libertad de expresión y de reunión pacífica en Hong Kong.
Protestas desde junio
Las protestas en Hong Kong comenzaron en junio con la oposición a una controvertida propuesta de ley de extradición, pero han evolucionado hacia una serie de demandas de mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad.
Los enfrentamientos violentos entre algunos de los manifestantes y la Policía son cada vez mayores.
Bajo la fórmula "un país, dos sistemas", Pekín se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997.
Pero muchos manifestantes vieron en la polémica propuesta de ley de extradición -cuya tramitación fue declarada "muerta" por el Ejecutivo hongkonés a principios de julio- un intento de China de entrometerse en los asuntos de Hong Kong