Polonia conmemora este domingo el 80 aniversario del comienzo de la II Guerra Mundial, y lo hará con la ausencia a última hora del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien canceló finalmente su visita a Varsovia por el huracán que amenaza Florida. La conmemoración comenzará a las 4.30 hora local (2.30 GMT) en Wielun (centro de Polonia), con la presencia de los presidentes polaco y alemán, Andrzej Duda y Frank-Walter Steinmeier.
Esta localidad fue la primera bombardeada por la Luftwaffe, las fuerzas aéreas alemanas, el 1 de septiembre 1939; los historiadores locales la conocen hoy como la Guernica polaca.
A las 12.00 hora local (10.00 GMT), la céntrica plaza Pilsudski de Varsovia, símbolo del nacionalismo polaco y lugar donde se encuentra la tumba del soldado desconocido, acogerá los actos principales de la jornada. Hasta ahí se desplazarán representantes de 40 países de la OTAN, la Unión Europea y el Partenariado Oriental (organización que incluye a Polonia y otros países de la antigua Unión Soviética). La canciller Angela Merkel, quien confirmó el viernes su asistencia, será la única entre los principales líderes europeos presentes en la capital polaca.
Al frente de la delegación de EEUU estará el vicepresidente, Mike Pence, quien pronunciará un discurso en los actos conmemorativos de Varsovia. Será la primera ocasión en que un mandatario estadounidense toma la palabra en el aniversario.
Junto con Pence estarán presentes el secretario de Estado de Energía de Estados Unidos, Mark Esper, y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Robert Bolton, quien el viernes se reunió ya con el ministro polaco de Defensa, Mariusz Blaszczak.
EEUU aumentará su presencia en Polonia
Estados Unidos acordó con Polonia el incremento de tropas en suelo polaco, mientras que Washington espera aumentar la venta de su armamento al Ejército polaco, algo que junto con la política energética centra los encuentros bilaterales entre ambos gobiernos de estos días.
En total se espera la presencia de 250 delegados, entre ellos 20 presidentes, en Varsovia, en ausencia de representantes de Rusia, ya que este país no ha sido invitado. La delegación española estará encabezada por el ministro en funciones de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y el presidente del Senado, Manuel Cruz.
Aunque tradicionalmente la conmemoración siempre ha tenido lugar en la península de Westerplatte, cerca de la ciudad de Gdansk, símbolo de la resistencia polaca, este año el Gobierno polaco ha elegido Varsovia y la pequeña localidad de Wielun para los actos principales.
Por su parte, las autoridades de Gdansk, gobernada por el principal partido de la oposición, han organizado sus propios actos, que arrancarán a las 4.45 hora local (2.45 GMT) de este domingo en la península de Westerplatte, que fue el lugar elegido en las últimas décadas por el Gobierno polaco.
Ubicación simbólica
En la península de Westerplatte se ubicaba la fortificación militar donde tuvo lugar la primera acción armada de la II Guerra Mundial, lo que ha hecho que este lugar cercano a Gdansk haya sido tradicionalmente el elegido para cualquier acto conmemorativo del conflicto.
A los actos en Gdansk asistirán el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, el vicepresidente de la Comisión Europea, Franz Timmermans, y representantes de 24 ciudades (ninguna española), entre ellas Berlín, Varsovia y Londres.
La elección de Varsovia para la conmemoración central ha provocado críticas de la oposición liberal, que acusa al Gobierno del partido nacionalista Ley y Justicia de intentar politizar los actos, a pocas semanas de las elecciones generales del 13 de octubre.
En una reciente entrevista con Efe, la alcaldesa de Gdansk, la liberal Aleksandra Dulkiewicz, reconocía las "difíciles" relaciones de su ayuntamiento con el Ejecutivo nacional, aunque esperaba que los actos conmemorativos de este domingo pudiesen servir como bálsamo para mejorarlas.
Las conmemoraciones en Varsovia se cerrarán con una cena de gala ofrecida por el presidente Duda, seguida a las 20.00 hora local (18.00 GMT) de un concierto en el Gran Teatro de la Ópera de Varsovia dirigido por el maestro polaco Krzysztof Penderecki.