La tensión en el golfo Pérsico se ha disparado desde el último ataque a la mayor instalación petrolera de Arabia Saudí, no solo por las implicaciones económicas que ha traído para el país y uno de sus mayores aliados, Estados Unidos, sino por la imagen de debilidad trasladada internacionalmente.
La ofensiva contra la petrolera estatal Aramco, perpetrada supuestamente por armas iraníes, ha supuesto un desastre tanto para Riad como Washington que, debido a la importancia estratégica del país árabe, le ha proporcionado durante años gran cantidad armas y material de defensa, así como ayuda para mejorar la fuerza el ejército saudí.
Según The New York Times, en el último medio siglo el gobierno estadounidense ha vendido al reino saudí armas de alta tecnología, entre las que se encuentran aviones de combate y sistemas de defensa aérea, valoradas en más de 150 mil millones de dólares. Pero a pesar de todo, el país no ha podido proteger su activo nacional más preciado, que ha sido atacado en más ocasiones este año.
Un ejemplo de su falta de destreza a pesar del material con el que cuentan se dio hace tres años cuando funcionarios de inteligencia estadounidenses dieron a sus homólogos saudíes la ubicación de 30 insurgentes hutíes -grupo rebelde yemení que reclamó el ataque a Aramco- que habían cruzado la frontera. Durante el periodo de ocho horas que transcurrió hasta que los hutíes dejaron el país para regresar a Yemen, los saudíes no lograron ni siquiera conseguir un equipo que les persiguiera, según informaron las autoridades a The New York Times.
'Celebración' de Rusia
Para Becca Wasser, analista política de RAND Corporation -un laboratorio de ideas que forma a las Fuerzas Armadas estadounidenses- esta situación denota que "para el ejército saudí, se trata de tener artículos de prestigio, tener una fuerza de brillo, sin tener la habilidad para ser una fuerza militar efectiva", un hecho que perjudica gravemente a Estados Unidos y complazce a rivales como Rusia, que ha 'celebrado' la incapacidad saudí para repeler el ataque.
"Todavía recordamos los fantásticos misiles de EEUU que no alcanzaron su objetivo hace más de un año, mientras que ahora sus brillantes sistemas de defensa aérea de no han podido repeler un ataque", dijo el viernes la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, en declaraciones recogidas por The Washington Post.
El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó a sugerir durante una reunión con líderes turcos e iraníes el lunes en Ankara, que Arabia Saudita se habría salvado del ataque del sábado "si hubieran comprado un sistema de defensa antimisiles fabricado por Rusia".
Trump defiende a su socio
A pesar de todo, Donald Trump continúa defendiendo y elogiando a sus socios que, según señaló en una entrevista en la NBC, "gastan entre 400 y 500 mil millones de dólares comprando equipamento" lo que significa "dinero y trabajos". "No soy un idiota que dice: 'No vamos a hacer negocios con ellos'".
Por ese motivo, el presidente estadounidense ha anunciado este sábado importantes sanciones económicas contra Irán, a quien acusa de haber llevado a cabo la agresión, y un aumento de su presencia en la zona con el despliegue de tropas en Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que por el momento tendrán "un carácter defensivo".