La Corte Suprema del Reino Unido falló este martes de forma unánime en contra de la decisión del primer ministro, Boris Johnson, de suspender el Parlamento durante cinco semanas: es "ilegal" y queda "sin efecto".
El hombre que llegó al 10 de Downing Street el pasado julio con el compromiso de emprender un camino hacia el brexit sin los sobresaltos y pasos en falso de su antecesora, la también conservadora Theresa May, y con fecha inamovible de salida de la Unión Europea -el 31 de octubre-, ha dado lugar a una sentencia histórica que compromete su futuro y que abre nuevamente el escenario, hasta el punto de que ese 31-O podría haber un nuevo premier y hasta la convocatoria de un segundo referéndum que contemplara la permanencia.
El relato del tribunal incide en que Johnson pretendía "frustrar o impedir que el Parlamento desempeñada sus funciones constitucionales sin una justificación razonable". De hecho, sostiene que no ha escuchado "ninguna explicación de por qué era necesaria la suspensión de la cámara".
La presidenta de la corte, Brenda Hale, considera que "el efecto sobre el funcionamiento de la democracia es extremo". Por esto, la medida queda en "papel mojado" y Johnson pierde la batalla: el Parlamento retoma su actividad. Su presidente, John Bercow, que se había despedido dada la suspensión, ha retomado su agenda y el diseño del calendario de sesiones.
El brexit vuelve a la Cámara de los Comunes, justo lo que Johnson quería evitar para tener vía libre con sus planes. La seguridad que mostró en sus primeras horas en el cargo hacían prever una ruptura abrupta con los socios comunitarios si no se aceptaban sus condiciones.
Esos socios -fue en concreto el presidente de Francia, Emmanuel Macron- ya le han transmitido que no hay tiempo para abordar una situación tan compleja. Eso conduciría a una salida dura y lo que ello conlleva. Documentos del propio Gobierno británico vaticinan serios problemas en el transporte, en el suministro de alimentos o medicinas y largos cortes de luz, entre otros.
Elecciones anticipadas
El clima en las calles es de honda preocupación. El propio Johnson lo vio con sus propios ojos cuando, en un acto en un hospital, se topó con el padre de un niño enfermo que le afeó el perjuicio al sistema nacional de salud de una deriva política basada en una única gran cuestión.
A poco más de un mes del 31 de octubre, está sobre la mesa incluso la opción de las elecciones anticipadas. Los laboristas confían en la victoria en ese caso. Este lunes, decidieron en su congreso anual mantener una postura neutral respecto al brexit y, en caso de comicios, ofrecer un acuerdo a la UE y más tarde organizar un referéndum en el que se pueda decidir entre ese texto y quedarse en la Unión.
En sus primeras declaraciones tras conocer el fallo, Johnson dijo sentirse "en profundo desacuerdo", pero dispuesto a acatar. Sin crédito y sin estrategia -la ha truncado la Justicia-, debe decidir cuanto antes si se somete al Parlamento o a las urnas.