Un segundo agente de la CIA, que se mantiene anónimo, quiere ofrecer al Congreso de EE.UU. información sobre las presiones del presidente estadounidense, Donald Trump, al Gobierno ucraniano, lo que podría reforzar la investigación de los demócratas para abrir un juicio político contra el mandatario.
Marz Zaid, el abogado que representa al primer informante, dijo hoy a la cadena ABC que su nuevo cliente también es un agente de la inteligencia estadounidense y aseguró que tiene información de primera mano sobre los supuestos intentos de Trump para perjudicar al ex vicepresidente Joe Biden de cara a las elecciones de 2020.
El mandatario reaccionó rápidamente a la noticia y, en Twitter, afirmó que este nuevo denunciante procede del "estado profundo", un término que usa para designar a un supuesto grupo de burócratas que intenta dañarle.
El anuncio de impechment contra el presidente está causando estragos en la Casa Blanca. Hace unos días, el enviado especial para Ucrania de Estados Unidos, Kurt Volker, dimitió tras aparecer citado en la llamada de Trump, y su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski. Su dimisión, aunque sin explicación oficial, es la primera que deriva del escándalo ucraniano.
De hecho, los demócratas de la Cámara de Representantes -los encargados de construir un caso para destituir a Trump- habían anunciado que citarían a declarar a Volker en los próximos días.
Volker había sido embajador de Estados Unidos ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y desde 2017 ocupaba el puesto de enviado especial para Ucrania, encargado de asesorar a Kiev en su conflicto con las provincias orientales separatistas del Donbás.
Transferencia de 400 millones de dólares
De acuerdo con esa queja, el enviado especial para Ucrania fue uno de los funcionarios estadounidenses encargados de "contener los daños" ante Kiev, ayudándolos a navegar en la relación con Trump y con su abogado personal, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, a quien describe como "figura central" en la trama.
Volker habría introducido a Giuliani ante el Gobierno de Zelenski, que asumió el poder en mayo. Giuliani, de hecho, canceló un viaje que iba a hacer a Armenia, donde tenía previsto participar como ponente pagado en un foro organizado por el Gobierno armenio con apoyo del Kremlin.
Toda esta trama condujo a la llamada del pasado 25 de julio en el centro de la polémica, en la que Trump pidió a Zelenski que investigase a Joe Biden y a su familia por presunta corrupción en Ucrania.
Trump, además, bloqueó la transferencia de cerca de 400 millones de dólares en ayuda militar a Kiev hasta semanas después de su conversación telefónica con Zelenski.
En la historia de EE.UU., solo tres presidentes han afrontado hasta ahora procesos de destitución: Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001), quienes fueron absueltos; y Richard Nixon (1964-1974), quien dimitió antes de que se produjera su juicio político.