El periodista Fredy Paredes, del canal televisivo ecuatoriano Teleamazonas, sufrió una brutal agresión este jueves al recibir una fuerte pedrada en la cabeza poco después de abandonar un recinto donde el colectivo indígena mantenía retenidos a ocho policías y dos presuntos infiltrados.
Diferentes vídeos difundidos sobre el suceso muestran al periodista caminando y seguido por varias personas cuando un agresor le arroja desde corta distancia una piedra con gran violencia, lo que le hace caer al suelo.
Otra grabación plasma a Paredes tendido boca arriba mientras parece sufrir convulsiones y se aprecia que de la cabeza emana un reguero de sangre.
Tras ser atendido por la lesión en un centro médico, el periodista responsabilizó del ataque a la alta dirección de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) y a su presidente, Jaime Vargas, además de quejarse de "la seguridad de todos los periodistas que estamos cubriendo esas manifestaciones".
El periodista y su camarógrafo habían estado desde horas de la mañana en el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito, donde el movimiento indígena ecuatoriano mantiene retenidos a ocho agentes policiales y a dos supuestos infiltrados de las fuerzas de seguridad.
Paredes se dirigió a la multitud
A lo largo de la jornada, diferentes líderes indígenas han emitido mensajes peyorativos contra dos canales de televisión, entre ellos Teleamazonas, a los que han acusado de emitir informaciones sesgadas y de no reflejar la realidad social ni las represiones violentas que denuncia ese colectivo.
El propio Paredes se dirigió a las cerca de 4000 personas que se concentraron en el recinto tomado por la Conaie y desde el escenario trató de explicar su labor profesional a los presentes al tiempo que aseguró estar en el lugar por su propia voluntad, ante la pregunta de un dirigente acerca de si se encontraba "secuestrado", como se había advertido en redes sociales.
El ataque al periodista ha sido condenado por la Defensoría del Pueblo, que rechazó los hechos "enérgicamente", así como "los actos violentos de los que han sido víctimas varios periodistas durante estos días de paro nacional" en Ecuador.
De igual manera, la Unión Nacional de Periodistas (UNP) condenó en un comunicado "la brutal agresión" al periodista y responsabilizó a la dirigencia indígena, que preside los actos en el Ágora de la Casa de la Cultura, del ataque "cobarde" del que fue víctima.
La UNP afirmó que la agresión se ha visto "exacerbada por los discursos de odio de quienes por ostentar la dirigencia de un sector social están llamados a tener mayor responsabilidad en sus pronunciamientos", y exigió a las autoridades que se sancione a los agresores "por atentar contra la vida del colega".
27 periodistas retenidos
Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas ha emitido un documento en el que rechaza la agresión a Paredes y aclara que el episodio "sucedió en los exteriores del Ágora, luego de que la guardia indígena lo resguardara desde el interior para precautelar su integridad física y asegurar su salida".
La Conaie explicó que, por razones de seguridad, se decidió limitar y restringir el acceso y salida a las instalaciones del recinto, tras "constatar que grupos provocadores incitaban a la violencia", aunque no precisó la procedencia de estos grupos o si pertenecían al colectivo indígena.
El secretario general de la Presidencia de Ecuador, José Augusto Briones, denunció que "a 27 periodistas de distintos medios comunicación no se les ha permitido salir como es su voluntad" del lugar donde permanecían.
Pese a la confusión en torno a diversas informaciones que han circulado en redes y medios, Efe pudo constatar que los periodistas podían abandonar la zona en cualquier momento, aunque existía cierta hostilidad por parte de algunos individuos que tachan a los medios de "prensa corrupta" y señalan especialmente a dos cadenas de televisión ecuatorianas de defender la posición del Gobierno.
Tanto para acceder al recinto como para salir miembros del colectivo indígena que hacían las veces de guardias obligaban a los profesionales de los medios a enseñar sus pertenencias y abrir mochilas y bolsos, en algunas ocasiones de manera abrupta y mediante forcejeos.
Asimismo, se encargaban de escoltar a los periodistas hasta la salida del Ágora y en algunas ocasiones les pidieron que enseñaran o explicaran qué iban a difundir.
El tratamiento a la prensa extranjera ha sido diferente al dado a la local debido a que el colectivo indígena no oculta su recelo ante los medios ecuatorianos.
La Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios) afirmó que manifestantes indígenas habían retenido a periodistas de más de una veintena de medios, y portales digitales locales han informado de que muchos de ellos se encontraban retenidos en contra de su voluntad.