La crisis política y social que vive Chile desde hace trece días llevó al presidente Sebastián Piñera a anunciar este miércoles la suspensión de las cumbres del APEC y la COP25, eventos internacionales que el país iba a acoger en las próximas semanas.
Las masivas manifestaciones y las protestas contra la desigualdad y el Gobierno, que han dejado una veintena de muertos, se llevaron por delante la intensa agenda internacional del Ejecutivo en la recta final del año.
"Nuestro Gobierno, con profundo dolor porque este es un dolor para Chile, ha resuelto no realizar la cumbre de APEC que estaba programada para el mes de noviembre y tampoco la COP25, que estaba programada para el mes de diciembre", dijo Piñera en una declaración pública.
La cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) estaba prevista para el 16 y 17 de noviembre, mientras que la conferencia contra el cambio climático COP25 se iba a realizar del 2 al 13 de diciembre.
Piñera dijo que se trata de una "difícil y dolorosa" decisión que adoptó para poner el foco de acción del Gobierno en resolver la delicada situación que atraviesa su país. "Como presidente de todos los chilenos, tengo siempre que poner los problemas y los intereses de los chilenos, sus necesidades, sus anhelos y sus esperanzas, primeros en la fila", manifestó.
Entre esas prioridades, el mandatario destacó "restablecer el orden público" y la paz social, e impulsar la agenda social que presentó la semana pasada para tratar de descomprimir la presión en las calles de Chile. Piñera se disculpó por los inconvenientes que su decisión causará al APEC y la cumbre del clima, y ratificó el compromiso de Chile con ambas instancias.
Tregua comercial EEUU-China
La cumbre de líderes del APEC, un foro integrado por 21 países de la cuenca del Pacífico, había cobrado un especial interés estos últimos días por ser el escenario en el que Estados Unidos y China iban a dar el primer paso hacia una tregua a la guerra comercial.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, tenían previsto firmar en Santiago la primera parte del acuerdo comercial bilateral en el marco de la cumbre del APEC. Pese al inesperado cambio de planes, el Gobierno estadounidense sostuvo que confía en mantener los plazos y completar el acuerdo parcial a mediados de noviembre.
La Cumbre Climática COP25, por su parte, estaba llamada a convertirse en el mayor evento internacional en la historia de Chile, donde se esperaba la llegada de representantes de alto nivel de 197 países para impulsar políticas activas para cuidar y proteger el planeta.
Reacciones diversas
El mundo político chileno y las organizaciones medioambientales reaccionaron a la cancelación de las dos cumbres con valoraciones diversas. El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, reconoció que eran cumbres muy relevantes pero defendió que el Gobierno optara por dar prioridad a la seguridad de las personas. "Aquí lo más importante tiene que ver con nuestros ciudadanos, con las personas que nos visitarían, con que las reuniones se puedan desarrollar de buena forma", apuntó.
Heraldo Muñoz, presidente del opositor Partido por la Democracia (PPD) y excanciller, consideró que es un "golpe" a la política exterior que "evidentemente" afectará a la imagen de Chile.
La organización ecologista Greenpeace calificó la cancelación de la COP25 como "un verdadero papelón internacional" e instó al Gobierno de Piñera a mantener sus compromisos en la protección del medio ambiente.
La ONU busca una alternativa
Por su parte, la secretaría permanente de la ONU para el Cambio Climático informó de que, ante esta situación, esta buscando una sede alternativa que pueda acoger el encuentro. "Hoy en la mañana fue informada de la decisión de Chile de no acoger la COP25 en vista de la difícil situación del país. Ahora estamos examinado alternativas", dijo la secretaria ejecutiva Patricia Espinosa en un escueto comunicado.