Los venezolanos han vuelto a salir a las calles este sábado y se han manifestado en diferentes ciudades contra el Gobierno de Nicolás Maduro, al que una parte de la comunidad internacional considera ilegítimo. La convocatoria opositora se anunció hace un mes y, durante las últimas semanas, las fuerzas políticas contrarias al chavismo han animado a la población a participar en esta protesta, cuyo éxito, aseguran, "depende de todos".
El jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por casi sesenta países, lidera esta cruzada y en las últimas horas ha intensificado sus llamamientos a la calle, tras una protesta estudiantil que fue reprimida con gases lacrimógenos en Caracas.
Además, la noche del viernes un grupo de encapuchados con armas largas irrumpió en la sede de su partido, Voluntad Popular (VP), y cerca de 30 personas que estaban en su interior fueron golpeadas, robadas y amedrentadas, según declararon a periodistas activistas de la formación.
"No es la primera vez que lo hacen, pero hemos respondido como siempre, con templanza, firmeza y frente alta", ha declarado Leopoldo López. El líder democrático "felicita" a sus compañeros de partido y asegura que el asalto les permite "reafirmar la determinación y fuerza para tomar las calles en un día clave", este 16 de noviembre, en el que se han convocado protestas "dentro y fuera de Venezuela" contra Maduro.
El líder opositor vive hoy alojado por la hospitalidad del embajador español en Caracas, Jesús Silva, desde el pasado abril. Por ello, mantiene una posición discreta, sin declaraciones públicas, para no comprometer a su anfitrión.
"Tenemos que insistir hasta que el poder de las armas no esté del lado del usurpador, sino del lado de la Constitución", dijo Guaidó ante miles de simpatizantes concentrados en el este de Caracas. "Es el factor (el de los militares) que hoy nos falta, es el factor que hoy debe tomar una decisión", añadió el opositor, al señalar que la mayoría de los venezolanos desean un cambio de Gobierno.
"Restituir el Estado de derecho"
Desde que proclamó un Gobierno interino a finales de enero pasado, Guaidó ha hecho varios llamamientos a las Fuerzas Armadas para que retiren su respaldo a Maduro, que detenta el poder desde 2013.
El Parlamento, único poder que controla la oposición, sancionó hace meses dos leyes que garantizan el perdón a los oficiales que ayuden a "restituir el Estado de derecho" en el país, que el Legislativo considera roto desde que Maduro asumió un cuestionado nuevo mandato a principios de año.
Pero, en público, los jefes policiales y militares expresan su lealtad al llamado "presidente obrero", además de declararse "antiimperialistas y profundamente chavistas".
Con este panorama, Guaidó reiteró hoy su llamamiento a "protesta sostenida en la calle" hasta lograr "los objetivos", que pasan por deponer a Maduro del cargo. "La lucha es hasta que cese la usurpación, hasta lograr la transición, hasta que haya elecciones libres", dijo.
"Si hoy salimos a la calle y (después) nos quedamos en la casa, habremos perdido", advirtió.
Respuesta del oficialismo
Por su parte, el oficialismo anunció su manifestación el pasado domingo y aseguró que defenderá la revolución en la calle, donde esperan encontrarse con la masa opositora "a ver qué pasa", o al menos así lo dijo entonces el dirigente Diosdado Cabello, primer vicepresidente del gobernante partido PSUV.
Cabello y portavoces del Gobierno también han animado a los chavistas a sumarse a sus manifestaciones este sábado y, para ello, han contado con la difusión de propaganda en todos los medios de comunicación públicos, a diferencia de Guaidó, que ha hecho su llamamiento casi exclusivamente a través de las redes sociales.
Las rutas anunciadas para ambas movilizaciones no coincidirán en ningún punto, aunque la oposición prevé concentrarse en dos sitios cercanos al municipio Libertador, un territorio que el chavismo considera su bastión y donde generalmente la fuerza pública dispersa las protestas antigubernamentales.
Entretanto, el servicio de transporte subterráneo de Caracas, el sistema más usado en la capital venezolana, anunció este sábado que no operará en las estaciones cercanas a los puntos de concentración del antichavismo, "motivado a trabajos", y sí en las zonas donde se manifestará el oficialismo.
La Oficina de Naciones Unidas para los DDHH pidió este sábado respetar la protesta pacífica en Venezuela del 16 de noviembre, cuando están previstas dos movilizaciones, una por parte del oficialismo y otra de la oposición.
“Llamamos a las autoridades a garantizar el derecho de reunión pacífica en las protestas de hoy (sábado) y evitar actos de intimidación contra manifestantes, periodistas y organizadores”, dijo la oficina de la alta comisionada Michelle Bachelet.