El cambio climático y el empoderamiento de la mujer. Estos son dos de los ejes principales de la cumbre del G20 cuya presidencia ha asumido Arabia Saudí este 1 de diciembre. "Esta es una oportunidad para que demos a conocer los logros, los proyectos y las reformas que se han venido implementando en el país, muchos de los cuales integran la agenda mundial y los objetivos del G20", ha señalado el embajador saudí en España, Mansour Bin Khalid Al Farhan Al-Saud, en un desayuno informativo.
En el momento en el que Madrid acoge la Cumbre del Clima, el embajador ha destacado que el país está comprometido con "la diversificación de las fuentes de energía" y empeñado en "reducir las emisiones y sus efectos nocivos". Sin embargo, un informe publicado este octubre de este año por The Guardian, daba cuenta de que Aramco, la empresa estatal de petroleo y gas de Arabia Saudí era parte del grupo de las 20 compañías de combustibles fósiles responsables de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El embajador rechaza que Aramco sea una de las empresas más contaminantes del mundo, diciendo que "hay muchos otros informes internacionales que posicionan a la petrolera estatal saudí como la que menos emisiones provoca y, además, la que más invierte para incentivar la energía verde". El embajador señala que el país es, además, parte del Acuerdo de París y que envió a la COP25 "una delegación de 48 personas, una de las más grandes de la cumbre, en la que está implicada el Ministerio de Energía".
El informe en el que se basa la publicación del diario británico es del Instituto de Responsabilidad Climática de EEUU, la principal entidad mundial de investigación sobre los efectos del petróleo en la emergencia climática. Las conclusiones del documento son claras: apuntan a que 20 compañías mundiales son responsables del 35% de emisiones de dióxido de carbono y metano relacionados con la energía en todo el mundo desde 1965. De estas, 12 son de propiedad estatal y responsables del 20% de las emisiones. Entre ellas, el principal contaminador, según el informe, sería Aramco, la estatal saudí, que ha producido el 4,38% del total.
El papel de las mujeres
El pasado verano, el príncipe heredero Mohammed bin Salman introdujo una serie de nuevos derechos para las mujeres que, desde entonces, pueden viajar sin el permiso de un pariente masculino, recibir el mismo trato en el lugar de trabajo, tienen derecho a registrar nacimientos, matrimonios y divorcios, a recibir documentos familiares oficiales y ser tutores de menores.
Estas nuevas directrices han supuesto el debilitamiento más significativo del llamado sistema de tutela de Arabia Saudí, que hacía depender varios derechos de las mujeres de una autorización masculina para ejercerlos. La norma surgió en el seguimiento de los reglamentos que permiten también que las mujeres conduzcan o asistan a eventos deportivos.
El país destaca el esfuerzo de las autoridades para "crear leyes que consoliden la igualdad en los salarios, la oportunidad de educación y la formación".
Un informe de Human Rights Watch destacaba también importantes cambios a nivel laboral cuya ley aclara que un trabajador puede ser tanto femenino como masculino, prohíbe a los empleadores despedir o amenazar a las mujeres con el despido durante el embarazo o la licencia de maternidad y da el derecho a las mujeres de obtener igual salario que los hombres.
Estos cambios, según ha resaltado el embajador en Madrid, han permitido "un aumento del 8,8% del empleo de la mujer en el tercer trimestre de 2018, en comparación con el mismo periodo de 2017". "En 2016", señala también, "la participación de la mujer en el mercado laboral ha subido a 14%".
Números que dan cuenta de los avances, pero que siguen muy lejos de acercarse a una situación de igualdad. Y, si bien es cierto que el sistema de tutela se ha visto debilitado, no se ha eliminado del todo. Las mujeres siguen necesitando permiso para casarse, los guardianes varones aún pueden presentar casos de desobediencia y ausencia del hogar contra las mujeres y el gobierno reconoce la desobediencia filial como un delito.
"Estos dos casos, punibles con encarcelamiento y flagelación, son representativos del control legal más amplio de la autonomía de las mujeres por parte de los hombres que aún debe ser desmantelado", ha señalado a Reuters Hala al-Dosari, experta en derechos de las mujeres saudíes, en el momento de la aprobación de las nuevas leyes.
El G20
Además del empoderamiento de la mujer y del cambio climático, Arabia Saudí quiere centrar el próximo G20 en temas como el fomento de los emprendedores y las pymes, la financiación de los países con rentas más bajas, los recursos hídricos, el fomento de la educación, el turismo, entre otros.
Aparte de la cumbre principal, habrá un conjunto de encuentros paralelos que fomentarán los trabajos de ONG y otras organizaciones de la sociedad civil alrededor de los objetivos del G20.