Michael Bloomberg ha llegado tarde a la carrera para convertirse en el representante demócrata en las elecciones estadounidenses de 2020, pero ha entrado por la puerta grande con una inversión en publicidad que supera los 100 millones de dólares tan solo dos semanas después de presentar su candidatura.
El exalcalde de Nueva York inició su campaña el 24 de noviembre y en su primera semana gastó 57 millones de dólares, situándose así en el 'top 5' de candidatos con mayor gasto durante toda la campaña, solo por detrás del también multimillonario Tom Steyer, que desde julio había gastado algo más de 60 millones de dólares.
En ese listado, Bloomberg era seguido por el presidente Donald Trump, que se vuelve a presentar como el principal candidato republicano, con 19 millones de dólares; y los demócratas Pete Buttigieg y Bernie Sanders con una inversión publicitaria de 15 millones y 14 millones, respectivamente.
En esta campaña de primarias se espera que el gasto en publicidad aumente un 55% con respecto a la de 2016, según proyecta el portal de Advertising Analytics. Por el momento, Bloomberg, el noveno hombre más rico del mundo con una fortuna de más de 55 mil millones de dólares según la lista Forbes de 2019, se lleva todos los récords.
En la primera semana superó la inversión en publicidad para Google y Facebook de sus rivales y quintuplicó el gasto de Steyer en ese mismo periodo con unas cifras que superan los 5 millones de dólares.
En televisión no se queda atrás. Días antes de anunciar su candidatura había comprado espacios publicitarios por valor de más de 30 millones de dólares y se convirtió en el candidato que más aparece en anuncios televisados durante una semana, arrebatándole el puesto al expresidente Barack Obama, que en su momento invirtió 24 millones.
La importancia de la publicidad local
Según los datos del portal Advertising Analytics, gastó también más de 6 millones de dólares en anuncios de televisión nacionales y 3 millones en anuncios locales, centrados en Nueva York y Los Ángeles. Asimismo, invirtió más de 4 millones en publicidad solo para Texas, un estado importante estratégicamente ya que, unido a California, cuenta con más de 600 delegados demócratas que se presentan a las presidenciales y cuya función es ratificar con su voto la voluntad popular lograda en las primarias.
La publicidad local es importante para Bloomberg, que está centrando su campaña en aquellos estados "olvidados" por el resto de candidatos. Puesto que no se presentará al caucus de Iowa, donde comenzarán las votaciones el tres de febrero, ni a otros estados con votaciones "tempranas" como New Hampshire, Nevada o Carolina del Sur, el empresario está invirtiendo principalmente en los 16 estados donde se votará 'el súper martes' (tres de marzo) entre los que se encuentran, además de Texas y California, Massachusetts -de donde es originario Bloomberg-, Carolina del Norte o Vermont.
El fundador de Bloomberg L.P. pretende llevar a cabo una "campaña nacional" dirigida a luchar contra Donald Trump y no contra sus oponentes en las primarias. "Bloomberg se postula porque Trump está ganando", aseguró su director de campaña Kevin Sheekey.
El quinto en las encuestas
Para lograr su objetivo, el candidato ha fichado para su equipo a Dan Kanninen, que fue ayudante de campaña de Hillary Clinton en 2016; Mitch Stewart, exorganizador de Barack Obama; y Aaron Pickrell, el exestratega de Ohio de Obama. Sin preocuparse por su presupuesto, Bloomberg ha ofrecido salarios medios de 6.000 dólares al mes, mientras que otros candidatos pagan 3.500 dólares, según The Times.
Los anuncios de Bloomberg parecen haberle ayudado a posicionarse como el quinto favorito en las encuestas con un apoyo del 5%. Su principal rival es Joe Biden, que continúa con el liderazgo demócrata con el 29% del apoyo según los sondeos de Political Polls. Por el momento, los estados donde mejor posición tiene son Pensilvania, donde se sitúa a cuatro puntos de Trump, Michigan y Wisconsin, en los que tiene 11 y 12 puntos respectivamente.
Algunos medios estadounidenses especulan que Bloomberg podría seguir con su potente campaña publicitaria y gastar hasta 500 millones de dólares en los menos de dos meses que quedan para el inicio de las primarias. En caso de ganarlas, seguiría la carrera electoral a las presidenciales y las cifras de inversión publicitaria podrían ser superiores a los 1.200 millones de dólares que el Partido Demócrata empleó para intentar llevar a Hillary Clinton a la Casa Blanca.