El presidente estadounidense, Donald Trump, acusó a Irán de "orquestar" el asalto de hoy contra la embajada estadounidense en Bagdad de cientos de manifestantes, en el que se ha quemado la oficina de información de la legación diplomática.
"Irán mató a un contratista estadounidense, hiriendo a muchos. Respondimos con contundencia, y siempre lo haremos. Ahora Irán está orquestando un ataque a la embajada de EEUU en Irak", dijo Trump en su cuenta de Twitter.
"Serán hechos responsables por completo. Además, esperamos que Irak use sus fuerzas para proteger la Embajada, y así han sido notificados", agregó.
Cientos de manifestantes rodearon la embajada de Estados Unidos en Bagdad, en la que irrumpieron este martes en protesta por el ataque norteamericano del domingo contra las milicias chiíes Multitud Popular, y han asaltado repetidamente las instalaciones de la legación diplomática.
Asimismo, han arrojado piedras y materiales incendiarios al interior del complejo protegido por los guardias de seguridad estadounidenses, según constató un fotógrafo de Efe\Epa.
Los guardias se han enfrentado a los manifestantes y han empleado métodos antidisturbios, según el fotógrafo, y al menos 20 de los asaltantes resultaron heridos por los gases lacrimógenos y disparos de bala, según dijo la Multitud Popular en su cuenta de Twitter sin ofrecer más detalles.
Los manifestantes han izado banderas de la Multitud Popular y han coreado lemas como "muerte a Estados Unidos", además de escribir en la puerta principal de la legación "cerrado por orden del pueblo".
El embajador, de vacaciones
Ni el embajador ni funcionarios estadounidenses se encuentran dentro del edificio. Según ha confirmado un portavoz de la legación diplomática a la CNN, el embajador estadounidense Matthew Tueller está de vacaciones desde hace una semana.
Los manifestantes se dirigieron al edificio después de participar en los funerales de las víctimas de los bombardeos estadounidenses contra posiciones de la milicia chií Kata'ib Hizbulá (KH), que opera bajo el paraguas de la Multitud Popular, que informó de que 25 de sus hombres fallecieron en el ataque del domingo.
Este martes, el Gobierno iraquí ha decretado tres días de luto por las víctimas mortales, a las que se suman unos 50 heridos.
Según el Pentágono, el ataque estadounidense responde al lanzamiento de cohetes y proyectiles contra bases militares e instalaciones con presencia norteamericana, que Washington atribuye a las milicias chiíes.
El pasado día 27, un contratista norteamericano murió en uno de esos ataques contra la base militar K1 de Kirkuk (norte), siendo la primera víctima mortal en este tipo de incidentes en los últimos meses.