Varios miembros del Parlamento de Bangladesh han apoyado públicamente la idea de que se pueda matar extrajudicialmente a violadores (o sospechosos de serlo) bajo la premisa de que este tipo de delitos ha aumentado en 2019 y sería una "manera de combatirlo".
Durante los últimos días se han desarrollado protestas masivas en el país por la violación a una estudiante de segundo año de la Universidad de Dacca. La joven fue asaltada el domingo 5 de enero al salir del autobús y llevada a un lugar aislado donde se cometió la violenta agresión.
Consiguió salir del lugar por su propio pie y fue trasladada al Hospital Universitario de Dacca. El caso ha provocado una gran indignación, principalmente entre los estudiantes y jóvenes que critican la inacción de la Policía y la lentitud del sistema a la hora de condenar a los agresores.
"Exigimos que todos los casos de violación en el país, incluido este, sean procesados por un tribunal rápido y que los violadores sean llevados ante la Justicia", declaró a la agencia Al Jazeera Nurul Haque Nur, vicepresidente del Sindicato Central de Estudiantes de la Universidad de Dacca.
En las manifestaciones también se han podido leer carteles con mensajes como: "Por favor dime, ¿soy la próxima?" o "sin piedad para el violador", y es que cada vez son más las personas que piden que se aplique la pena de muerte para estas agresiones sexuales.
"Los violadores, colgados"
Jannat Ul Firdous, uno de los estudiantes presentes en los actos dijo que "no queremos nada más que la ejecución de los violadores". "¿Cómo es posible que las mujeres no puedan moverse libremente en un país independiente? No podemos simplemente presenciar pasivamente los ataques. Exigimos que los violadores sean colgados", agregó.
Su Código Penal contempla penas de cárcel que se pueden extender hasta los diez años. A todo ello hay que añadirle la lentitud de la justicia bangladeshí y lo que algunos perciben como "cultura de la impunidad".
"Todos los días vemos noticias de violaciones en los medios de comunicación, pero apenas vemos a los violadores enfrentarse a un juicio. Esto ha creado una cultura de impunidad y, por ello, el crimen aumentó. Queremos castigo para todos los violadores", afirmó la estudiante Nasir Abdullah.
El debate sobre la posibilidad de permitir que se asesine a los violadores sin ningún tipo de juicio comenzó durante un pleno esta semana, cuando el parlamentario Mujibul Haque Chunnu, del partido conservador Jatiya, planteó establecer enmiendas a la ley actual para intentar frenar el aumento de las agresiones.
Según el Dacca Tribune -un periódico a nivel nacional de Bangladesh- las violaciones bajaron en 2018, pasando de las 818 de 2017 a 732, pero han subido un 48% llegando a las 1.413 en 2019.
Tiroteos extrajudiciales
La propuesta de endurecer la legislación fue apoyada por parlamentarios de otros partidos como Tofail Ahmed, de la Liga Awami de Bangladesh (un partido de centroizquierda), que aseguró que "necesitamos tener una ley más estricta".
Entonces Chunnu fue más allá y se dirigió al ministro de Interior, Asaduzzaman Khan Kamal, aseverando que si se pueden poner a personas "en el fuego cruzado" para luchar contra la droga, "¿por qué no podemos hacerlo en el caso de los violadores?".
Su afirmación hace referencia a los "encuentros" que se suceden con personas a las que se relacionan con delitos drogas y relativamente aceptados por las autoridades. Consisten en tiroteos o fuego cruzado que se producen en la calle y son considerados asesinatos al margen de la ley.
Organizaciones por los derechos humanos aseguran que dichos "encuentros" son parte de la campaña gubernamental antidrogas y Amnistía Internacional ha denunciado el presunto asesinato extrajudicial de 466 personas en 2018 bajo este pretexto.
"Los encuentros son necesarios si queremos liberar a la sociedad de la violación. Él (el violador) debe ser abatido a tiros", afirmó Kazi Firoz Rashid, diputado del partido Jatiya. Además añadió en declaraciones recogidas por el diario local Bdnews24 que "la Policía tiene su propia ley" y "no se necesita ninguna otra".
El "asesino de violadores"
Además, criticó a los detractores de la propuesta preguntándoles: "¿Pensaría lo mismo si su madre o hermana hubiese sido violada?".
El año pasado se dio un caso parecido cuando una persona anónima autodenominada como "Hércules" asesinó a tres sospechosos de violación. Los cuerpos aparecieron con notas al cuello firmada por "Hércules" y en las que ponían mensajes como: "Estoy así porque violé a una estudiante" o "soy el principal sospechoso en un caso de violación".
Este asesino ya fue alabado por parte de la población y de los medios de comunicación de Bangladesh, por lo que esta nueva legitimación por parte de algunos políticos preocupan especialmente a los defensores de derechos humanos, que temen una oleada de asesinatos a sospechosos de agresiones sin que haya ninguna consecuencia.
En este sentido, el profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Illinois (EEUU) de origen bangladeshí, Ali Riaz, afirmó en Facebook que se trata de "un ataque a la Constitución y al sistema judicial". El activista Sarwar Tusher también criticó la propuesta y al sistema político del país afirmando que "nadie se opuso a una petición absolutamente inadmisible porque Bangladesh está en las manos de gente que ha hecho de la ley su mayor herramienta para la opresión".