La Liga Árabe rechazó en bloque el polémico plan de paz presentado esta semana por la Casa Blanca al considerar que no cumple con las aspiraciones y derechos de los palestinos, a pesar de que algunos de los países miembros se habían mostrado favorables a la propuesta de Donald Trump. De hecho, la Autoridad Nacional Palestina ha roto todos sus acuerdos de convivencia y seguridad con Israel.
El organismo celebró este sábado una reunión extraordinaria con los ministros de Exteriores árabes y la presencia del presidente palestino, Mahmud Abás, que acudió a la capital egipcia para explicar la postura de su Gobierno y solicitar el apoyo de sus "hermanos".
En la resolución emitida al final del encuentro, la Liga Árabe afirmó su "rechazo el acuerdo del siglo estadounidense-israelí, que no cumple el mínimo de los derechos y las aspiraciones del pueblo palestino", entre ellos el derecho a la autodeterminación.
Asimismo, el plan "contradice la ley internacional en relación con Jerusalén, los Altos del Golán, la ocupación israelí y la cuestión de los refugiados" y todas "las referencias" en las que se había basado el proceso de paz entre palestinos e israelíes.
Por ello, representa un "retroceso en todos los esfuerzos por la paz de las pasadas tres décadas" y "no tendrá éxito", afirmó la Liga Árabe, haciendo un llamamiento a la Administración estadounidense a que "se comprometa con las referencias (legales) internacionales del proceso de paz".
Jerusalén, "capital indivisible de Israel"
El organismo reafirmó el derecho de los palestinos a establecer su Estado en las fronteras de 1967 y su capital en Jerusalén Este, dos de los puntos más polémicos del plan del presidente Trump, que lleva a la práctica el reconocimiento de Jerusalén como capital indivisible de Israel.
Según el plan, la futura capital palestina se situaría en los suburbios de Jerusalén "al este y el norte" del muro israelí, que incluyen Kafr Aqab, la parte este de Shuafat y Abu Dis, barrios separados y deprimidos de la ciudad.
Por ello, Abás afirmó hoy en el pleno de la Liga Árabe que no aceptará esta opción: "No voy a grabar (mi nombre) en mi historia y en la de mi patria como el que vendió Jerusalén, porque Jerusalén no es mía sino de todos".
Además, denunció que los territorios del futuro Estado palestino previsto por el plan estadounidense sólo representan el 22% de la "Palestina histórica", ya que prevé la anexión por parte de Israel del valle del Jordán, que constituye alrededor del 30% del territorio de Cisjordania.
Posición de otros países árabes
Abás reveló ante los ministros de Exteriores árabes que se negó a recibir una copia del plan de paz y a responder una llamada telefónica de Trump.
Sin embargo, varios de los representantes sentados en la sala habían valorado positivamente los "esfuerzos" de la Administración estadounidense y su iniciativa de paz, cuando fue presentada el pasado día 28 de enero en Washington.
Egipto y Arabia Saudí no habían rechazado el plan, aunque invitaron a dar comienzo a negociaciones entre las partes, sin citar en ningún momento las fronteras de 1967, que ha sido siempre una línea roja para los países árabes, algunos de los cuales también perdieron territorio a manos de Israel aquel año.
Jordania sí se mostró más crítica desde el primer momento con el plan de Trump y este sábado el ministro de Exteriores, Ayman Safadi, reiteró tanto la soberanía palestina sobre "Jerusalén ocupado" como la custodia de los lugares santos por parte del reino.
Los lugares santos de Jerusalén
"Proteger la ciudad y sus santuarios es una responsabilidad jordana, palestina, islámica e internacional", remachó Safadi, cuyo país es el guardián de los lugares santos cristianos y musulmanes de Jerusalén Este. Eso cambiaría con el nuevo plan de Trump, que establece que Israel debe encargarse de los lugares religiosos de Jerusalén, tanto judíos, como cristianos y musulmanes.
En la disputada ciudad se encuentra el segundo lugar más sagrado para los musulmanes, la mezquita de Al Aqsa, así como el Santo Sepulcro, y el Muro de las Lamentaciones, el más importante para el judaísmo.
Al inicio de la reunión de la Liga Árabe, su secretario general, Ahmed Abulgueit, aseguró que "la causa palestina no es sólo palestina sino árabe" y une a todos los países árabes "desde el mar Mediterráneo hasta el golfo Pérsico", aunque en los pasados días no todos hicieron gala de esa unidad y solidaridad.