El Senado de Estados Unidos dejó este viernes visto para sentencia el juicio político al presidente Donald Trump después de que los republicanos hiciesen valer su mayoría para bloquear la comparecencia de testigos como John Bolton.
El líder de la mayoría republicana, el senador Mitch McConnell, anunció que el juicio político concluirá en "los próximos días" y que el voto definitivo para destituir o no a Trump será el miércoles, tras escuchar el lunes los alegatos finales de las dos partes.
McConnell logró bloquear este viernes la citación de testigos al Senado que los demócratas pretendían con 51 votos en contra y 49 a favor. Tan solo dos senadores republicanos, Mitt Romney y Susan Collins, se alinearon con los demócratas.
El de Trump se convirtió así en el primer juicio político de la historia de Estados Unidos sin testigos en el Senado. El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, dijo que de ser declarado no culpable Trump el miércoles, como se presume, "la absolución no tendrá valor alguno, porque los estadounidenses sabrán que este juicio, no ha sido un juicio real".
"Estados Unidos recordará desafortunadamente este día, en el que el Senado no estuvo a la altura de sus responsabilidades, le dio la espalda a la verdad, y aceptó una farsa de juicio", añadió Schumer, que definió como una "gran tragedia" lo sucedido.
Los demócratas pretendían que declarase, entre otros, el exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca John Bolton, quien vivió de primera mano las presiones de Trump al Gobierno de Ucrania que iniciaron en un primer lugar el proceso de "impeachment".
Bolton, despedido en septiembre, ha escrito un libro del que se han filtrado fragmentos en el que detalla este episodio y confirma las acusaciones de los demócratas contra Trump.
Iowa y Estado de la Unión
El final del proceso de "impeachment" contra Trump tal y como está planeado interferirá con dos de los eventos políticos más esperados del año en Estados Unidos, los caucus en Iowa el lunes y el discurso del Estado de la Unión el martes.
Los alegatos finales previstos para el lunes harán sombra a los caucus de Iowa, que marcan el inicio del proceso para elegir a un demócrata que le dispute la Casa Blanca a Trump en noviembre e impedirán que varios senadores progresistas, que a su vez son candidatos, puedan estar sobre el terreno. Entre ellos Bernie Sanders, el favorito según las encuestas en Iowa.
Además, Trump tendrá que pronunciar su anual discurso sobre el Estado de la Unión con el juicio político todavía en curso, una eventualidad que la Casa Blanca siempre quiso evitar.
El director de asuntos legislativos de Trump, Eric Ueland, dijo que la agenda del juicio político no interferirá "con la habilidad (de Trump) de pronunciar un discurso sobre el Estado de la Unión firme y convincente".
Destitución o absolución
Trump está acusado por la oposición demócrata de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso por haber retenido ayuda militar al Gobierno de Ucrania para presionarlo a iniciar una investigación contra uno de sus posibles rivales en noviembre, el exvicepresidente Joe Biden, por presunta corrupción.
El senador republicano Lamar Alexander sostuvo este miércoles que la conducta de Trump fue "inapropiada" al considerar probadas las presiones a Kiev, una opinión que comparten varios de sus compañeros, aunque defendió que no se trata de algo constitutivo de destitución.
Los republicanos han mostrado a lo largo del proceso una unidad casi sin fisuras, lo que permite predecir que la mayoría de 53 senadores conservadores absolverán el miércoles a Trump, más teniendo en cuenta que una destitución requiere de una mayoría de dos tercios.
Trump se convertiría así en el tercer presidente en salir airoso de un juicio político tras Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1999.