Donald Trump pasa página. En pleno año electoral, el presidente de EEUU ha sobrevivido al impeachment y pone ahora el modo campaña electoral para evitar que el juicio político que pedía su destitución por el 'Ucraniagate' le pase factura. "No hemos hecho nada malo. Todo ha sido una puta farsa", ha asegurado en un discurso desde la Casa Blanca en el que ha valorado la votación del Senado.
El acto, que era supuestamente un mensaje institucional a la nación, parecía más un mitin o un encuentro de fanáticos de Trump. El equipo legal del presidente y gran parte de su staff estaba junto al atril aplaudiendo a rabiar cada una de sus intervenciones.
"He hecho muchas cosas mal en mi vida, lo admito, no a propósito, pero este es el resultado final", ha zanjado al tiempo que mostraba la portada del Washington Post con el titular "Trump absuelto".
Con los índices de popularidad a su favor, Trump se ha crecido y parece dispuesto a sacarle partido al impeachment, un proceso que sólo se ha puesto en marcha tres veces en la historia de EEUU. "Harán lo que haga falta. En vez de ayudar a arreglar nuestro país, todo lo que quieren hacer es destruir nuestra patria. Y no podemos permitirlo", ha asegurado.
No ha faltado la habitual ración de victimismo y una ausencia total de victimismo: "Hemos pasado un infierno de forma injusta", ha resumido sobre el proceso del impeachment.
Contra Romney y contra Pelosi
El presidente estadounidense sino que definió otra vez como "perfecta" su llamada telefónica de julio con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que le pidió que investigara a uno de sus posibles rivales electorales en 2020, el ex vicepresidente Joe Biden.
También insistió en su teoría, sobre la que no ha aportado pruebas, de que el hijo de Biden, Hunter, incurrió en "corrupción" cuando trabajó para una empresa gasística en Ucrania mientras su padre era vicepresidente de EEUU.
Trump definió a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, como una "persona horrible" y predijo que el actual líder de la minoría republicana en ese hemiciclo, Kevin McCarthy, le arrebatará el puesto tras las elecciones de noviembre próximo.
Además, arremetió contra el senador republicano Mitt Romney, el único de su partido que votó a favor de destituir a Trump por uno de los cargos políticos que afrontaba, el de abuso de poder.
"Esta ha sido una situación enormemente partidista (...). El único que votó (con los demócratas) fue un tipo que no puede soportar el hecho de que protagonizó una de las peores campañas en la historia", afirmó Trump en referencia a la candidatura presidencial de Romney en 2012.