La pesadilla no termina en Italia un mes después del primer caso: 793 muertos más en un día, y van 4.825
El total de contagiados asciende a 42.681 en todo el país.
21 marzo, 2020 18:40Noticias relacionadas
La pesadilla no tiene fin en Italia. En las últimas 24 horas suma 793 nuevos fallecidos por el coronavirus, son ya un total de 4.825 las víctimas mortales. El número de contagiados asciende a 42.681, cuando se cumple un mes desde la detección del primer brote en el norte del país.
Italia es el país con mayor número de muertos en el mundo con coronavirus y la región más afectada es Lombardía (norte), que registra 2.549 fallecidos y 22.264 contagios totales. Le siguen Emilia Romaña, con 5.968 contagios, Véneto (4.031), Piamonte (3.461) y Las Marcas (1.981).
Italia cumple este sábado un mes desde que se detectaron los primeros dieciséis casos en Lombardía y Véneto, y lo hace con unas cifras que demuestran que, de momento, el país no ha llegado al pico en la curva de contagios. En las últimas 24 horas, 4.821 personas han sido identificadas con coronavirus y 943 se han curado.
Llamamiento a los ciudadanos
El presidente del Instituto Superior de Sanidad, Silvio Brusaferro, ha reiterado en la rueda de prensa que la edad media de los fallecidos es de en torno a los 80 años y que la gran mayoría tenía otras patologías. Ha aprovechado la ocasión para reprobar a los ciudadanos que no se están "tomando en serio el peligro" que se deriva de esta pandemia.
"Se dan casos en los que, con la excusa de dar un par de pasos, se realizan reuniones sociales", esto implica que el país no consigue frenar la propagación del virus que "acaba dañando a las personas más frágiles de la sociedad, que son las personas mayores, el colectivo más frágil", ha apuntado.
Brusaferro ha pedido a estas personas de avanzada edad que se queden en casa y ha aconsejado al resto de los ciudadanos que eviten salir a la calle y si lo hacen mantengan siempre la distancia de un metro de seguridad.
El Ejecutivo italiano ha cerrado ya todos los parques públicos, ha prohibido los desplazamientos a las segundas residencias, ha clausurado escuelas y universidades, lugares de ocio y negocios no esenciales y ha limitado los movimientos de la gente por cuestiones laborales, de salud o por necesidad.