En plena crisis por el coronavirus el rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, de 67 años, ha decidido abandonar su país y refugiarse junto con su séquito, entre las que se encuentran 20 de sus concubinas, en un hotel de lujo en Alemania.
Vajiralongkorn, más conocido como Rama X, ha dejado en manos del gobierno la gestión de esta emergencia sanitaria mientras él se aísla en el Grand Hotel Sonnenbichl, de cuatro estrellas, en la localidad bávara de Garmisch-Partenkirchen, en los Alpes alemanes.
Según adelantó el diario alemán Bild, Rama X lo ha alquilado en exclusiva para pasar el confinamiento junto a su séquito entre las que se encontrarían 20 de sus concubinas. Se desconoce, según publica el citado medio, si entre ese grupo se encuentran las cuatro esposas del rey. Lo que sí se sabe es que ya ha mandado a casa a 120 personas del servicio por tener síntomas de coronavirus.
La noticia ha generado una gran ola de indignación en el país y muchos tailandeses no han dudado en criticar a su rey, a pesar de que con ello se arriesgan a multas y penas de hasta 15 años de cárcel. Más de un millón de comentarios bajo la etiqueta #¿Paraquénecesitamosunrey?, han inundado Twitter y todavía continúan las reacciones en su contra.
Este desafío a la institución, con una fuerte legislación en lo que se refiere a las críticas a la Casa Real, surgió después de que un profesor exiliado en Francia, Somsak Jeamteerasakul, publicara en la red social que el monarca estaba "aburrido" en Alemania y había viajado en su avión privado desde Munich a Hamburgo en medio de la pandemia.
Los usuarios también compartieron unas polémicas fotos del rey en camiseta de tirantes y con tatuajes, que fueron difundidas en 2016 fuera del país y desde entonces han sido censuradas por los medios en Tailandia.
Hasta el momento en Tailandia se han confirmado cerca de 1.500 casos de personas con coronavirus y han fallecido siete personas. Se ha decretado ya la emergencia y el cierre parcial de varios negocios, pues la cifra de afectados va en aumento
Vajiralongkorn, que fue coronado el año pasado, ha aumentado el control financiero y de seguridad de la Casa Real con respecto a su padre, el rey Bhumibol Adulyadej, fallecido en 2016. Además, no ha heredado la popularidad de su progenitor, al que gran parte de los tailandeses reverenciaba como el padre de la nación y casi como una figura semidivina.