Roma, al igual que el resto de ciudades del mundo, no parece la misma. Sin tráfico, sin gente, sin contaminación. La actual crisis sanitaria del coronavirus, afortunadamente, no ha machacado a la Ciudad Eterna, por el momento, al igual que otras grandes metrópolis europeas, como Madrid, Milán o Barcelona.
La alcaldesa de la capital italiana, Virginia Raggi, asegura a EL ESPAÑOL que su ciudad podría acusar "pérdidas por un valor de 20.000 millones de euros" en detrimento de su turismo y que ni siquiera es posible determinar cuándo volverán los visitantes: “No creemos que los turistas vuelvan hasta 2021".
Italia y España son los dos países más afectados por la Covid-19 en Europa. Pero las dos ciudades más importantes de España, sin embargo, están llevando a cabo una dura batalla para frenar el contagio por coronavirus. Por ello, la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, expresa su "cercanía a los alcaldes españoles que están afrontando esta emergencia".
Contacto con Almeida
Raggi detalla haber escrito una carta a su homólogo madrileño, José Luis Martínez Almeida, para transmitirle la cercanía de la Ciudad Eterna, en estos momentos difíciles: "En la carta le relaté también lo que ha estado haciendo Roma hasta hoy".
La alcaldesa de Roma admite que no hay fórmulas mágicas o milagrosas para resolver esta situación: "Hay que ponen en marcha muchas medidas". Preguntada por EL ESPAÑOL acerca de por qué Roma no ha tenido tantos contagios como en Milán o Madrid, explica: "Hemos tenido la suerte de cerrar todo antes de que el virus llegara del Norte de Italia". Y añade: "Nos hemos puesto en marcha enseguida, adecuándonos a los decretos leyes del Gobierno italiano, aunque todavía no hubiera casos positivos registrados".
Pero señala un problema: "Cuando el virus llega y no se está preparado, los efectos son muy graves. Sin embargo, hay que ver sobre la marcha qué es lo que está funcionando y lo que no. Además, reaccionar consecuentemente y de la forma más rápida posible".
"Ni una guerra provoca esto"
"Una crisis de este tipo nadie se la podía imaginar: algo tan sumamente pequeño como un virus está bloqueando el mundo entero", reflexiona Raggi a la hora de definir las consecuencias del coronavirus en la Ciudad Eterna.
"Ni siquiera las guerras han podido provocar, con este calado, el cierre de nuestras economías y sociedades", en lo que ella describe como un "cambio de época" que obligará a "modificar nuestra forma de vivir" si, entre otras cosas, "nos tendremos que plantear si en el futuro, cuando todo vuelva a abrirse, si estaremos dispuestos a estrecharnos las manos". Y añade: "Estamos ante un escenario completamente nuevo, inexplorado. Pero todos estamos en el mismo barco".
Para muchos, Roma tiene ya otra luz y otros colores. Por la falta de contaminación, se sobrentiende. "En algunas zonas de la ciudad el tráfico ha disminuido del 90% y los parques están cerrados", explica la jefa del consistorio romano: "Hay un mínimo de movimiento, generado por las actividades económicas de primera necesidad, como supermercados y farmacias. Roma está reaccionando muy bien, no sin las dificultades propias del momento". No puede ocultar su sensación acerca de una Ciudad Eterna tan solitaria: "Una Roma tan desierta duele en el corazón".
Muchos, en la prensa y a pie de calle, se preguntan en Roma qué será de la Ciudad Eterna cuando todo vuelva a abrirse. En relación a ello, Raggi asegura que "Roma y todas las ciudades del mundo tendrán que concebir de nuevo su economía".
En cualquier caso, tal como sugiere el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, el desbloqueo de la economía será progresivo: "Cuando todo vuelva a la normalidad preveo que la reapertura sea gradual, que permita gestionar y entender si este virus estará completamente controlado".
El turismo, herido
¿Qué efectos tendrá el coronavirus en el turismo de Roma? No se trata de una actividad menor, sino una de las principales fuentes de ganancia de la Ciudad Eterna, con un flujo aproximado de 15 millones de visitantes al año: "No sabemos si habrá turistas en Roma en el 2020", afirma Raggi, quien admite: "El turismo está sufriendo, sólo con pensar que representa el 60% del PIB de Roma".
Las consecuencias económicas están siendo muy considerables, desde ya: "El turismo está teniendo unos daños imponentes. Según los expertos del sector, en el peor de los casos", aclara la alcaldesa, "podríamos hablar de pérdidas de 20.000 millones de euros. Una cifra difícil de imaginar y manejar".
La principal incógnita para la economía de Roma es saber cuándo volverán los turistas, tras la crisis sanitaria del coronavirus. Virginia Raggi afirma que "según la Organización Mundial de la Salud (OMS) pasarán meses antes de que las personas puedan viajar de un país a otro". Por eso, la alcaldesa considera que "al principio, antes de abrir las fronteras, tendremos que apostar por el turismo nacional. Pero sobre todo local, ya que no sabemos cuándo los italianos podrán moverse de nuevo entre diferentes ciudades". Y añade: "Hay que cambiar, por completo, la perspectiva".