Estados Unidos, el país más castigado por la pandemia del coronavirus, ha registrado de nuevo el peor balance de muertos en un solo país en 24 horas. Los fallecimiento se elevan a 12.907 tras los 1.942 de la última jornada.
EEUU es el país con mayor número de contagiados, a punto de rebasar la cifra de los 400.000, tras sumar más de 29.000 positivos este martes. De los casi 13.000 fallecidos, casi una tercera parte corresponde al estado de Nueva York. Solo en la ciudad homónima, sobre la que rige una orden de confinamiento, se han registrado 5.489 víctimas mortales.
Nueva York, el epicentro de la enfermedad en el país, acumula casi 139.000 de los casi 400.000 positivos -superando ya a Italia y acercándose al total de España- y casi 5.500 fallecidos, según el último balance de las autoridades. Tras dos días consecutivos con menos de 600 víctimas, el estado vivió en las últimas 24 horas un repunte con 731 muertes, el máximo diario desde que arrancó la crisis.
El país ya registró el pasado 3 de abril el récord de muertes en 24 horas con 1.200. Tanto Nueva York como Nueva Jersey, a muy poca distancia la una de otra, continúan siendo el epicentro de la pandemia con más de 184.000 positivos y casi 6.800 fallecidos.
Alarma por los afroamericanos muertos
Sin embargo, ahora los ojos están también puestos en los estados de Michigan y Luisiana, con cifras cada vez más preocupantes. De hecho, el alto porcentaje de afroamericanos muertos por COVID-19 en Estados Unidos ha empezado a encender las alarmas.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, fue el primero este lunes en dar la voz de alarma al advertir que un 70% de los casi 600 fallecidos en su estado son afroamericanos, pese a que el colectivo a penas representa el 33% de la población.
Números parecidos han aflorado en Illinois, que con un 15% de afroamericanos representan el 43% de muertes y el 28% de contagios, o en Michigan, que representando un 14% de la población del estado suman un 40% de los fallecidos y un 33% de contagios.
Los números son tan alarmantes que el presidente, Donald Trump, ha llegado a decir que su Gobierno está estudiando esta cuestión con detenimiento para entender qué es lo que está pasando.
Uno de sus más altos asesores médicos, Anthony Fauci, achacó los datos de mortalidad a la mayor incidencia de enfermedades como la diabetes, el asma, la hipertensión o la obesidad entre la comunidad afroamericana. Sin embargo, la epidemióloga Sharrelle Barber de la Universidad Drexel en Filadelfia aclaró al The New York Times que la causa de la mortalidad mayor entre afroamericanos "no es biológica", sino que "realmente son las desigualdades estructurales existentes".